Los acreedores, el Gobierno y la Junta de Andalucía negocian contra reloj el rescate Abengoa. Pero, a menos de dos semanas de la fecha límite, las posiciones siguen alejadas. Según detallan fuentes conocedoras del proceso, esta falta de entendimiento entre las partes ha llevado a la empresa y la Administración a intentar captar capital en terceros como, por ejemplo, Unicaja.
Este antiguo acreedor de Abengoa, y entidad de referencia en la región de la compañía, ha rechazado esta invitación. Como detallan estas mismas fuentes, la entidad no ha considerado oportuno unirse a este proceso al no tener dinero comprometido en Abengoa y al haber vendido su participación hace años.
Las mismas fuentes esperan que la entidad andaluza cambie de parecer, principalmente, por la propia presión de la Junta de Andalucía. Su papel de banco andaluz y de antiguo acreedor serán alguno de los elementos que desde dentro esperan que atraiga a Unicaja a este rescate que servirá, entre otras cosas, para pagar las cerca de 2.500 nóminas que Abengoa tiene en España.
Por su parte, los actuales acreedores, liderados por Santander, Calyon (Credit Agricole) y Bankia, esperan que llegue una inyección de capital público antes del 27 de julio para mover ficha. Estos acreedores, estiman que entre el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la Junta de Andalucía se inyecten cerca de 70 millones de euros para el rescate de Abengoa.
El Estado paga más
Su aportación sería "siempre" menor a la inyección de dinero público. Según detallan, consideran que ya arrastran mucho riesgo en los cerca de 6.000 millones de deuda que acumula Abengoa y no quieren liderar la nueva ronda. Todas las partes consultadas por este medio son optimistas de cara al 27 de julio, fecha límite que se ha marcado Abengoa para alcanzar un acuerdo y salvar a la empresa de la quiebra.
Pero la necesidad de liquidez de la empresa es urgente. El propio presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, se ha puesto en contacto con los representantes del Gobierno y la Junta para rogar una solución que permita afrontar los salarios de los 14.000 empleados que tiene el grupo y poner en marcha la maquinaria que les permita seguir logrando contratos que hagan sostenible el negocio.
Abengoa encadena dos años consecutivo con pérdidas que rondan los 2.000 millones. La empresa arrastra problemas desde 2015. Este año estuvo a punto de la quiebra y la evitó tras renegociar su deuda, próxima entonces a los 9.000 millones, y que ha refinanciado varias veces y ha conseguido reducir con la ayuda de la venta de activos.