El interés por las fábricas de A Coruña y Avilés de Alcoa da esperanzas a los trabajadores. Según detallan fuentes cercanas al proceso, hay nueve inversores que pujarán por uno o ambos centros de producción de aluminio de la compañía estadounidense.
"El plazo se cierra el próximo 31 de mayo y los inversores deberá presentar sus ofertas finales antes de este plazo ya con un compromiso oficial de realizar la operación", explican estas mismas fuentes. Unos detalles que se expondrán el próximo 28 mayo, momento en el que se reunirá la comisión de seguimiento.
Los nombres de estos nueve candidatos se mantiene en el estricto anonimato entre todas las partes. Aunque los nombres que suenan con más fuerza se mantienen. Los fondos de inversión Atlas Holding, Sherpa Capital y Quantum tomaron fuerza a principios de abril. También existen posibles socios industriales, los que más convencen entre los trabajadores de Alcoa, como BCT Metals, Cunext, Liberty House y Sidenor.
Las condiciones para estas ofertas exigen que se respeten los empleos existentes en las fábricas, 375 trabajadores en A Coruña y 313 en Avilés, y se proceda a la compra de los centros de producción en su conjunto. La propuesta también puede incluir la compra de las dos fábricas.
Según explican estas mismas fuentes, la mayoría de estos candidatos ya ha realizado una propuesta a la compañía y el resto lo hará en los próximos días. La salvación de la producción de aluminio y la plantilla pasa porque la venta se produzca antes del 1 de julio. De lo contrario, se aplicará el despido colectivo pactado en el ERE que afectaría a 350 trabajadores.
Necesidad de un estatuto
La entrada de nuevos inversores es clave, pero la compañía y los trabajadores reclaman una estabilidad para que su negocio sea viable en España. En este sentido, el foco está puesto sobre el nuevo Estatuto del Consumidor Electrointensivo que el Gobierno quiere aprobar cuanto antes y que promete abaratar el elevado gasto energético que tienen empresas como Alcoa.
"Interesa mucho que el estatuto electrointensivo salga cuanto antes porque en la planta de Avilés si que hay opciones de seguir produciendo, mientras que A Coruña cada vez se encuentra en mayores dificultades", explican estas mismas fuentes.
La compañía explica que la energía eléctrica supone un 40% de sus costes de producción. "Pedimos tener un coste de energía similar a nuestros competidores. Francia y Alemania pagan entre un 20 y un 30% menos en energía", matizan desde la compañía.
Un escenario que, además de Avilés y A Coruña, pone en alerta a su fábrica más moderna como es la de San Ciprián (Lugo), con 1.300 trabajadores directos y 600 a través de empresas auxiliares. "Desde el Gobierno nos aseguran que están trabajando un nuevo texto en la línea de evitar las dificultades de la CNMC y de la UE", declaran representantes de los trabajadores. El tiempo corre en contra de Alcoa.