Dos conocidos fondos buitre, York Capital Management y Southpaw Asset Management, han provocado la alerta en Wall Street tras anunciar la congelación de retiradas de capital por parte de sus clientes, alegando que quieren evitar el colapso de los fondos. Por tanto, no podrán reembolsarles las cuantías solicitadas por falta de liquidez.
Estas “barreras” o la decisión de estos fondos especializados en inversiones de alto riesgo, distress, o los llamados fondos buitres, recuerda a los peores momentos de la crisis financiera de hace una década o se suele ligar a eventos exógenos a la gestión como algún informe contrario a su actividad que detona el miedo de los clientes. Sin embargo, en esta ocasión no parece haber un detonante sino que el problema es el propio negocio.
Los fondos de cobertura, o hedge funds, no han atravesado precisamente su mejor año. El mercado de tendencia alcista más largo de la historia, en cuyo ciclo seguimos inmersos, perjudica a las operaciones de estos fondos buitre.
Según explica ‘The Wall Street Journal', York Capital, fundado por el copropietario de Milwaukee Bucks, Jamie Dinan, envió a sus clientes una carta el jueves en la que explicaba que estaba suspendiendo los reembolsos de su fondo crédito principal, Credit Opportunities, de casi 2.000 millones de dólares, para el periodo de fin de año y que devolverá a sus clientes antes de marzo entre el 15% y el 30% del dinero reclamado. Planeaba comenzar a deshacer el fondo, tras haber caído un 8% durante el año, hasta el mes de noviembre.
Por su parte, Southpaw Asset, dirigido por los veteranos inversores Howard Golden y Kevin Wyman y conocido por haber conseguido pingües beneficios con la caída de Lehman Bothers en el 2008, explicó a sus clientes que devolverá el 55% del dinero que le han solicitado hasta final de año y que ha aparcado sus inversiones menos líquidas en un vehículo financiero independiente del fondo principal a la espera de venderlas con menos presión.
Los motivos de esta decisión
El comunicado justifica estos problemas debido “a la expansión económica de 10 años sin precedentes, la disminución de la liquidez y los cambios dramáticos en la industria de los fondos de cobertura”.
Este fondo se dejó un 3,7% entre enero y noviembre, mientras que los principales índices estadounidenses han subido más de un 20% en lo que va de año.
En los 11 primeros meses de 2019, este tipo de fondos de inversión acumuló un rendimiento del 0,79%, de acuerdo a los datos de la consultora Eurekahedge, frente al 20,15% que alcanzó el índice Dow Jones de Industriales, el 25,14% que logró el S&P 500 o el 32,12% que registró el Nasdaq 100. A su vez, el MSCI World Index, que incluye el rendimiento de las principales empresas de las 23 mayores economías del mundo, registró un alza del 21,67% entre enero y noviembre.
Este tipo de fondos apuesta por empresas en situación de extrema debilidad y las que ahora presentan ese estado son o de muy baja calidad o con actividad ligada a decisiones públicas lo que dificulta la previsión de sus movimientos.