Alquilar una vivienda dejará de desgravar ante Hacienda. Es una de las novedades que incluye la reforma fiscal que ha presentado el Gobierno y que dejará de bonificar los nuevos alquileres a partir del año 2015. Los contratos realizados antes del 1 de enero de 2015 sí conservarán la desgravación de la que gozan a día de hoy.
El Gobierno justifica el recorte en su intención de "avanzar en términos de neutralidad"
Hacienda, que había apostado por bonificar el arrendamiento ante el desequilibrio existente en España entre rentas y propiedad, asegura ahora que pretende “homogeneizar el tratamiento fiscal de la vivienda habitual entre el alquiler y propiedad”.
El Gobierno reconoce que aunque la reforma fiscal pretendía "una reducción generalizada de la carga impositiva", esta medida en concreto supone todo lo contrario: una subida de impuestos. Por ello, Hacienda justifica la medida con el argumento de que "se adoptan medidas de signo contrario" con el objetivo de “generar una mayor carga tributaria al resto de los contribuyentes para poder hacer efectivo el mandato constitucional de contribución a los gastos públicos”.
El fin de la desgración, tras las elecciones
La medida llama la atención no sólo porque contradice lo dicho hasta ahora por el Ejecutivo sino, sobre todo, porque no se notará hasta después de las elecciones. El fin de la desgravación se percibirá en los contratos firmados a partir de 2015 por lo que muchos dueños de viviendas no lo notarán hasta su declaración del año siguiente.
Hasta ahora, el Ejecutivo permitía la desgravación del alquiler tanto a inquilino como propietario hasta la declaración de la renta de 2013.
Los propietarios podían desgravarse hasta el 100% de las cantidades cobradas si el arrendador tenía entre 18 y 30 años o entre 18 y 35 años si se firmó el contrato de alquiler antes del 31 de diciembre de 2010. Igualmente, podían desgravarse hasta un 60% de los ingresos del alquiler si el inquilino tenía más de 35 años. El argumento del Gobierno hasta ahora para ampliar esas tasas de desgravación (originalmente fijadas en el 50% hasta 2011) era, precisamente, el de "fomentar el mercado del alquiler" y generar "incentivos para terminar con los alquileres en negro".
Desde el punto de vista de los inquilinos, el fin de la desgravación significa que se terminan las deducciones de hasta el 10,05% y con un importe máximo de 9.040 euros para rentas de hasta 17.707,20 euros anuales. A partir de ese tope los porcentajes de deducción iban decreciendo.
Desgravaciones autonómicas
El Ejecutivo no regula las deducciones que dependen de las autonomías y que, en materia de alquiler, serán las únicas que se mantengan para la campaña de la renta del próximo año 2015 a 2016.