Para saber hasta qué punto el Gobierno español traslada políticas dictadas por Bruselas no hay más que escuchar a Rajoy cuando asegura estar actuando "contra" sus propias convicciones. Para entender el porqué del empeño no hay más que mirar a Estonia. Según han revelado fuentes del Gobierno español, los representantes de Bruselas han trasladado al Gobierno español su convicción de que los recortes que Moncloa está aplicando funcionarán en el futuro porque ya han funcionado en el pasado en Estonia. Fue una mención casi anecdótica pero muy significativa.
Estonia comenzó a aplicar en el año 2009 los mismos dictados que ahora obedece España: el gobierno de Tallin redujo los salarios públicos un 10% igual que el gobierno español; subió el IVA un 2%, al igual que el de Rajoy y congeló las pensiones como ha hecho España. Y lo que todos los analistas anuncian para España pasó en Estonia: como consecuencia de esas medidas su PIB se hundió un 14%. El gobierno pretendía evitar una devaluación que hubiera arruinado el plan de una década para unirse al euro.
El FMI asegura que los recortes de Rajoy añadirán entre un 4 y un 5% de crecimiento potencial en 2017
Sin embargo, ese impacto negativo a corto se ha transformado en un crecimiento a largo. El año pasado la economía estonia creció un 7,5% "gracias a las políticas correctas", según los defensores de las políticas de austeridad dentro de la Comisión Europea. Esa misma meta de largo plazo dibujan para España los organismos que están impulsando los recortes. En su último informe sobre la economía española el FMI defiende que los ajustes del Gobierno de Rajoy incrementarán el potencial de crecimiento económico entre un 4 y un 5% en 2017 mientras que la reforma laboral añadirá entre un 3 y un 4% de empleo a la economía española en esa misma fecha.
Un éxito cuestionable y cuestionado
El modelo de Estonia se ha convertido en el paradigma del éxito por parte de quienes defienden las políticas de austeridad y recortes. Pero entre sus críticos hay nombres tan destacados como el del Premio Nóbel de Economía, Paul Krugman, uno de los economistas que inspira las políticas del Partido Socialista de Rubalcaba a través de la Fundación Ideas. En un blog titulado "Rapsodia estonia" el pasado 6 de junio, Krugman aseguraba que incluso tras su recuperación el crecimiento económico de Estonia está todavía un 10% por debajo de la tasa que tocó en 2007. "Una depresión tras una recuperación significativa pero incompleta: ¿es esto lo que pretende presentarse como un triunfo económico?" concluía Krugman.
Los críticos a este modelo argumentan que esas políticas de austeridad no funcionarán en España porque los tamaños de los dos países son radicalmente distintos (1,2 millones de habitantes en el caso estonio frente a 40 millones de españoles) y, por ello, su estructura económica también: Estonia se ha basado su recuperación en la exportación de productos electrónicos para su vecina Finlandia, un discurso similar al que sostiene el Ejecutivo español que apuesta por una recuperación a través de las exportaciones. Sin embargo, concluyen esos críticos, el tamaño de las ventas a Alemania o de la recuperación de su turismo debería ser monumental para poder levantar la economía española.
Los negociadores españoles cuentan la mención a Estonia como una anécdota casi irrelevante pero quizás se haya convertido en algo más. La batalla intelectual entre austeridad y crecimiento español puede estar jugándose en Estonia.