Banca

La banca encarece el crédito a empresas a un ritmo récord del 70%

El precio de los nuevos préstamos crece al nivel más elevado desde finales de 2014. Las pymes son las que pagan un mayor interés, por encima del 4,5%, antes del encarecimiento que provocará el 'impuestazo'

  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta económica, Nadia Calviño -

Subida récord del precio del crédito a empresas. Los bancos han encarecido a un ritmo del 70% la financiación a las compañías en un año tras el intenso aumento de los tipos de interés en Europa. Las empresas pagan ahora un 3,51% de media por pedir dinero prestado, en niveles máximos desde 2014, y antes de que la banca empiece a trasladar a los clientes el coste del impuestazo, como ha pedido el Banco Central Europeo (BCE).

El crédito a empresas sigue fluyendo, con un aumento medio del 18% para todo tipo de operaciones, como anticipo a las posibles tensiones de liquidez que puedan afrontar las compañías por la crisis en los próximos meses, como advierte el Banco de España. Pero lo hace a un precio notablemente más caro.

El tipo de interés TAE, que incluye todas las comisiones y gastos asociados, del nuevo crédito concedido a las empresas ha dado un salto considerable al citado 3,51% de media desde el 2,06% de un año antes, según las últimas estadísticas publicadas por el banco central, correspondientes al mes de octubre.

Desde junio, cuando el BCE pisó el acelerador de la subida de tipos, el crédito a las empresas se ha encarecido más de un 80%, según los últimos datos del Banco de España"

Desde junio, justo antes de que el BCE empezara a pisar el acelerador de las subidas de tipos para atajar la inflación, el tipo medio de los préstamos a empresas se ha disparado más de un 80%. En tan sólo cuatro meses, el precio ha aumentado en 1,6 puntos porcentuales, desde el 1,91% que marcaba en junio.

Se penaliza a las pymes

Las pymes, que suponen más del 90% del tejido empresarial en España, son las que pagan el tipo más caro. Para operaciones de hasta 250.000 euros, las entidades financieras aplican un interés del 4,51% TAE. Se trata de un aumento del 44% respecto a un año antes y de un nivel no visto desde febrero de 2015. El resto de compañías, que piden préstamos de entre 250.000 euros y un millón o que superan esta última cantidad, pagan intereses más bajos que las pymes, pero son las que más han sufrido el golpe del acelerón del precio del dinero. En ambos casos los tipos se han duplicado.

Para operaciones de entre 250.000 euros y un millón, la banca ha encarecido el precio de los préstamos a máximos de noviembre de 2014, hasta el 3,09% desde el 1,6% de octubre de 2021. En el caso de préstamos de más de un millón, se aplica un interés del 2,95%, el doble que un año antes y el más caro desde agosto de 2014.

Las empresas, al igual que los empleados por la contención salarial, también están perdiendo poder adquisitivo por la crisis de precios, según constata el Banco de España, que apunta que la mayoría de las compañías no pueden trasladar todo el aumento de los costes a los precios de ventas. Esta situación, que por primera vez advierte el supervisor, confluye con el progresivo agotamiento del colchón de liquidez. De hecho, los equipos de riesgos de los bancos temen que pueda explotar una bolsa de morosidad latente por las dificultades económicas.

Crédito todavía más caro

Las entidades dan por hecho que el precio del crédito seguirá subiendo por dos razones: porque el BCE no frenará todavía las subidas de tipos y por el coste del 'impuestazo'. En este segundo punto, los banqueros incluso anticipan un encarecimiento de sus productos ante el riesgo de que el Gobierno de Pedro Sánchez o de cualquier otro color político convierta en irreversible la nueva tasa, como descuentan en Francfort.

"Si tenemos más costes, tendremos que cobrar más", asume en privado un directivo de uno de los grandes bancos del Ibex. El BCE ya advirtió en su dictamen sobre la carga fiscal, firmado por la presidenta Christine Lagarde, del impacto sobre la reputación del sector si no cumple con las directrices de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), que obliga a trasladar a los clientes los nuevos costes, incluidos impuestos.

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