Economía

El BdE mete prisa a los bancos: espera las nuevas tasaciones del ladrillo antes de final de mes

Las entidades recibieron la semana pasada una carta del supervisor en el que les exigía la contratación de una tasadora externa para que ponga al día las valoraciones, anteriores a 1 de enero de 2013, de aquellos créditos que forman parte del ejercicio de revisión de activos del BCE.

  • Luis Linde, gobernador del Banco de España

El Banco de España espera contar con las nuevas tasaciones del ladrillo que será examinado en el ejercicio de revisión de activos (AQR en inglés) antes de final de este mes de abril. Así lo ha solicitado el supervisor a todas las entidades a través de una carta que recibió el sector a lo largo de la pasada semana, según confirman fuentes financieras. En esta comunicación, el Banco de España obliga a los bancos a contratar de forma inmediata tasadoras independientes para que valoren todos aquellos activos cuyas tasaciones sean anteriores a 1 de enero de 2013, la fecha marcada en las directrices de este examen del Banco Central Europeo. Además, les aclara que la factura que genere esta tasación tendrá que ser sufragada por las propias entidades.

Los activos sujetos a revisión engloban tanto los adjudicados de las entidades, así como los colaterales de las carteras de créditos seleccionados por las auditoras que colaboran con el BCE y Oliver Wyman en el proceso del AQR. Así se detalla en la carta que está rubricada por Mariano Herrera, nuevo director general de Supervisión en sustitución de Ramón Quintana, quien ha sido nombrado recientemente uno de los cuatro directores generales de mecanismo único de supervisión europeo (MUS).

La directriz del Banco de España se produce apenas una semana después de que las entidades alemanas intentasen, sin éxito, que no fuese necesaria la contratación de tasadores externos para valorar el ladrillo de su balance. Esta petición se debatió a lo largo de una tensa reunión, como adelantó este medio el pasado 1 de abril, entre el BCE y los representantes de las 128 entidades que quedarán incluidas dentro de la supervisión única bancaria. En el encuentro, que se celebró el pasado 26 de marzo, Alemania y Francia expresaron sus quejas a Vitor Constancio, vicepresidente del BCE, por el constante cambio de la metodología del AQR, la prueba previa a los test de estrés, y la nueva tasación que debe hacerse del ladrillo.

El primer enfrentamiento se produjo con los representantes de los bancos franceses que criticaron al BCE que no haya fijado aún unos criterios definitivos para el AQR. El portavoz francés afeó al próximo supervisor único el continuo cambio de normas y calendario que está sufriendo el proceso. "Es una vergüenza cómo se está llevando a cabo porque está suponiendo una carga de trabajo inaceptable", se quejaron los franceses ante Constancio y otros cuatro representantes del BCE, entre los que se encontraba Ramón Quintana, ex director general de Supervisión del Banco de España.

La misiva, firmada por Mariano Herrera, director general de supervisión, recuerda a las entidades que serán ellas las que tendrán que pagar la factura de la revisión

El otro foco de la disputa la protagonizó el BCE con la representación alemana. Esta se mostró totalmente contraria a que un experto independiente deba de realizar la nueva tasación de los activos inmobiliarios como exige el ejercicio de revisión de activos. Una negativa que contrasta con la fuerte presión que ejerció Alemania a que fueran precisamente expertos independientes quienes valorasen el ladrillo existente en los balances de los bancos españoles con motivo del rescate bancario.

La banca alemana adujo como justificación que cada entidad cuenta con una división interna que evalúa los riesgos y actualiza las valoraciones de su cartera inmobiliaria. Algo que, por otra parte, existe en la mayor parte de los bancos europeos. Ante la dura queja alemana, que en algún momento llegó a plantear que se negaba a la entrada de los expertos independientes, el vicepresidente del BCE les replicó que no debían temer por este examen independiente si las divisiones internas realizaban una supervisión exigente y actualizada de su ladrillo.

Uno de los elementos clave del AQR será la revisión de los colaterales y las garantías que respaldan a los activos de riesgo, con especial atención en el caso de los activos inmobiliarios. El BCE explica que una parte importante de esas garantías debe tener valoraciones con una antigüedad inferior al 1 de enero de 2013.

En el sector no preocupa esta nueva tasación tras las millonarias provisiones que han efectuado las entidades españolas como consecuencia de los dos decretos Guindos y los exámenes de Roland Berger y Oliver Wyman. Alrededor de 200 empleados de la consultora americana se empotrarán en los próximos días en las 16 entidades españolas, que quedarán bajo el manto de la supervisión única europea, para volver a analizar sus balances, según informó la pasada semana este medio. Su llegada forma parte del ejercicio de revisión de activos en el que Oliver Wyman ejerce de asesor del Banco Central Europeo (BCE). Sus trabajos están previstos que se extiendan por un plazo máximo de diez días.

Los auditores de Oliver Wyman vendrán a comprobar el estado de las carteras que forman parte del examen del AQR, además de corroborar que los datos de cierre de año enviados por las entidades coinciden con los que aparecen en sus balances. La firma americana examinará una selección de las carteras hipotecarias, de consumo, pymes, deuda soberana, además de analizar las provisiones y garantías asociadas a dichas carteras. También se analizarán otros instrumentos.

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