La normalidad va volviendo poco a poco a todas las oficinas de España. Aunque muchas multinacionales han optado por instalar el teletrabajo como medida preventiva, en otras, ésta se vuelve incompatible con la labor que desempeñan cierto grupos de empleados. Algo así es lo que sucede en los servicios centrales bancarios, por ejemplo. Y es por eso que las entidades ya han activado los protocolos para hacer volver a parte de la plantilla, pero siempre con todas las medidas de seguridad que impone el Gobierno.
BBVA, uno de los bancos que más ha tardo en volver a la actividad presencial, ha creado una aplicación móvil para todos sus empleados de sedes centrales, que monitoriza a través de bluetooth el acercamiento entre trabajadores con el fin de conseguir un mapa de rastreo en el caso de que se produzca un contagio.
Se trata de un sistema 'ciego' en el que sólo se trabaja con la proximidad de los individuos. Es de uso personal y sólo se activará en el caso de que uno de los empleados de BBVA contraiga la enfermedad. En ese momento, y de manera automática, llegará una alerta a todos los trabajadores que hayan estado en contacto con el 'paciente cero' para que se hagan un test con el fin de detectar un posible contagio.
El sistema aún está en fase de prueba por lo que no es aún extrapolable a toda su red de oficinas. Se está comenzado a testar en 'La Vela', la sede oficial de la entidad en Madrid. Fuentes del banco aseguran que el complejo se ha adaptado para respetar todas las distancias de seguridad y se ha puesto como norma indefinida que no haya más de un 50% de los empleados dentro de las oficinas.
Apertura americana
BBVA también se dispone a reabrir sus oficinas en Estados Unidos empleando para ello un sistema propio de datos, en el que se compara información externa e interna, para valorar en qué zonas es posible la apertura.
El sistema empleado por BBVA para valorar las aperturas tiene en cuenta, por un lado, el número de casos de covid-19 por cada 100.000 personas en un mismo condado; los casos por milla cuadrada; y la curva de contagios y pronósticos; y por otro lado, el número de empleados por sucursal disponibles para trabajar; la capacidad de mantener la distancia social en el interior de las oficinas; y el nivel de riesgo de las interacciones.
De esta forma, el grupo requerirá a sus empleados en oficinas en el país el uso de mascarillas; implantará turnos de limpieza con mayor frecuencia; proporcionará guantes y desinfectante para manos; instalará pantallas de protección; y señalizará el interior de las sucursales para organizar los flujos de movimiento de personas.
El banco español dotó 1.433 millones de euros para hacer frente a la pandemia, lo que provocó unas pérdidas históricas en el trimestre, de 1.792 millones de euros. El grupo ya tuvo que anunciar a finales del pasado año un ajuste de 1.500 millones de euros en el valor del fondo asignado a su negocio en Estados Unidos, por los bajos tipos de interés.