"Bienvenido al mundo, Federico". Es un mensaje inocente subido a Facebook por un usuario de la red social que acaba de ser padre. Acompaña el texto con una foto de su retoño. Suficiente para que las redes de ciberdelincuencia saquen partido a las imágenes. Según un reciente estudio de Orange al cumplir medio año de edad el 81% de los bebés tiene presencia en Internet. Antes de los 2 años el 5% tiene perfil en Facebook.
"A los padres les puede parecer gracioso publicar una foto de su hijo desnudo en la playa pero en muchos casos esto es un error. No está controlando el perfil personal del niño, con el que las mafias podrán trazar su biografía completa con el material gráfico y la información que sus progenitores publiquen de él. Además con esas fotos se pueden crear otros perfiles falsos en Facebook. Por no hablar de lo que una foto de un niño desnudo en la playa puede suponer para los pederastas. Las fotos subidas a Internet disponen en muchos casos de información de geolocalización. Los malos saben gracias a ello dónde se encuentra ese niño, por dónde se mueve, donde come, a qué parque va y en qué edificio vive", explica el hacker Alfonso Arjona.
El problema es cuando de lo digital da pie a que se pase al plano físico. "Estamos facilitando nuestra información y la de nuestros hijos a ciberdelincuentes que pueden utilizar ingeniería social para planificar ataques. Al final se lo ponemos fácil a aquellas personas que buscan fotos de menores en redes sociales. Les dejamos en bandeja obtener imágenes de nuestros hijos para que trafiquen luego con ellas. Estamos dando información sobre dónde pueden encontrarlos. Sin saberlo facilitamos que haya un contacto físico", explica el hacker ético Deepak Daswani.
Las fotos subidas a Internet disponen en muchos casos de información de geolocalización. Los malos saben gracias a ello dónde se encuentra ese niño, por dónde se mueve, donde come, a qué parque va y en qué edificio vive"
El estudio 'Growing Up Online – Connected Kids' elaborado por Kaspersky Lab destaca que las amenazas más comunes a las que se enfrentan los menores en nuestro país son la pornografía, los virus informáticos, las cuentas robadas, contenido falso y malicioso de algunos sitios web y el ciberacoso. De todas estas amenazas, el ciberacoso es la que más preocupa a los padres.
“Subir fotos y vídeos sobre sus avances y momentos tiernos y divertidos es toda una tentación, pero hay que ser precavido ya que esto puede generar muchos problemas si no se hace de forma correcta y segura”, señala Alfonso Ramírez, director general de Kaspersky Lab Iberia. “Algunas veces compartimos en las redes sociales, de manera inconsciente, fotografías con muchos datos sobre nuestra vida personal: lugares que se visitan, dónde están nuestros hijos, dónde trabajamos, etc. A menudo, no tenemos en cuenta la privacidad de las redes sociales, y es que cualquier información compartida en Internet deja de ser controlable y es posible que esa información sea copiada o utilizada en algún momento para cualquier finalidad”.
Esto permite a los ciberdelincuentes extorsionar de forma más quirúrgica a sus víctimas, pues en ocasiones cuentan en su poder con imágenes de menores subidas a Internet por sus propios padres.
Sentido común
Según Kaspersky Lab lo mejor es utilizar el sentido común. “Si no te gustaría ver la foto de tu hijo o hija en periódicos o en televisión, lo mejor es que quede en familia. No obstante, si finalmente decides publicar alguna imagen recomendamos a los usuarios revisar la política de privacidad de las redes sociales constantemente. Estas suelen cambiar y es importante saber con quién estamos compartiendo esa información. En definitiva, lo mejor es mantener el perfil privado, e incluso elegir qué personas pueden acceder esas imágenes”, señala Ramírez.
Hortensia Soler, psicóloga infantil y psicopedagoga opina que "para hacer un uso adecuado de la imagen de nuestros hijos en las redes sociales, y más concretamente cuando hablamos de bebés, es necesario que tengamos en cuenta la LOPD, por mucha ilusión que nos haga compartir esas fotos con las personas que queremos. La imagen de una persona física se considera dato personal y por lo tanto debe cumplir el artículo 18.1 de la Constitución Española. Se debe garantizar el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Si bien es cierto que en el caso de los menores de cero a dos años los derechos son de sus progenitores, esto no significa que no existan consecuencias. Es comprensible que estos actos están llenos de ilusión y de amor, pero al margen de la ley, en términos psicopedagógicos, estamos obviando el poder de decisión de los niños sobre su imagen pública”.
Kaspersky Lab, a través de su plataforma Familia Segura (www.familiasegura.es), ha puesto en marcha la campaña “Bienvenido a la vida, también la digital” con el objetivo de concienciar a los padres que acaban de tener a sus bebés, y a todos en general, sobre lo importante que es cuidar de su vida a todos los niveles, sin descuidar la faceta online.