Bodegas Chivite se convertirá en la segunda empresa en dificultades que ha logrado una solución por parte de la banca dentro del conocido como 'Proyecto Fénix', el futuro banco malo empresarial que aún está en discusión por parte de las seis grandes entidades. La empresa bodeguera ha llegado un acuerdo para reestructurar su deuda, en el entorno de los 45 millones de euros, mediante dos pasos. De una parte, la banca acreedora ha aceptado una quita del 50% de parte de la deuda y el resto lo transformará en acciones. De hecho, las entidades tomarán el 90% del capital de la empresa navarra, según confirman fuentes del sector. Pese a tener el control de la compañía, la banca es proclive a mantener al equipo directivo por la especificidad del sector del vino.
A diferencia de otros procesos, el acuerdo con Bodegas Chivite se ha producido en menos de un mes, explican fuentes conocedoras del acuerdo. "Desde el primer momento, el actual equipo estaba dispuesto a realizar concesiones a cambio de que la empresa continuase siendo viable", explican. La empresa navarra está siendo asesorada en este proceso por Gómez-Acebo &Pombo, que se encargará de analizar el estado de las cuentas de la empresa. Por su parte Ernst&Young será el encargado de diseñar el plan concreto de reestructuración.
El acuerdo con Bodegas Chivite puede llegar a desarrollarse en paralelo a la reestructuración de Condesa, empresa con la que ya existe un borrador de acuerdo, después de una dura negociación. Condesa, Bodegas Chivite y Gam, la primera empresa con la banca cerró un acuerdo, son las firmas más viables del primer paquete de cinco empresas que integran el programa piloto del 'Proyecto Fénix'. Pese a las dificultades actuales, la banca confía en llegar a sendos acuerdos con Válvulas Arco y Ros Casares.
Bodegas Chivite cuenta con 119 empleados y vinos de reconocido prestigio, como Viña Salceda, Gran Feudo, Gran Feudo "Edición", Colección 125, Baluarte, Viña Salceda, Propiedad Arínzano, Parador y La Planilla.
Los problemas para la bodega, fundada en 1647 por la familia Chivite, comenzaron en 2007, cuando Mercedes López, madre de los actuales accionistas y fallecida en 2008, y su hijo Julián Chivite abandonaron sus puestos de presidenta y vicepresidente respectivamente. El cambio y el acceso a la presidencia de otro de los hijos, Fernando, fue el comienzo, o el reflejo, de unas discrepancias familiares y empresariales. Fue entonces cuando Julián Chivite decidió salirse de la gestión de la compañía y, aunque mantuvo su participación accionarial, emprendió un nuevo rumbo para lanzar la nueva marca "Unzu Propiedad".
Las diferencias entre las ramas familiares culminaron en julio de 2011 cuando la empresa convocó junta de accionistas por orden judicial, ante la negativa del presidente a atender la solicitud de convocatoria hecha por el resto de accionistas. La junta aprobó destituir de su cargo de presidente a Fernando Chivite y sustituirle por Cristina Iturrioz, su cuñada y viuda de Carlos Chivite, en representación de sus dos hijos. La decisión fue aprobada por el 73,5% de la propiedad (la correspondiente a Herederos de Carlos Chivite y a Julián Chivite).
Además, la junta aprobó un nuevo consejo, profesionalizado y del que forman parte seis miembros, incluida la presidenta. También designó como director general a Fernando Berridi, economista que ha ocupado diferentes puestos como director general en el grupo Vocento.
Estas decisiones tomadas en la junta de accionistas supusieron un giro de timón en el consejo y en la dirección de la empresa y la vuelta de Julián Chivite como asesor de la empresa de la que es propietario, después de que cuatro años atrás decidiera emprender otra iniciativa independiente.
Tanto vaivén en el equipo directivo fraguó todos estos problemas económicos que han terminado en el acuerdo con la gran banca para reestructurar la deuda de esta histórica bodega.
