La Comisión Europea ha recortado su previsión de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) de España hasta el 1,9% para 2019, cuatro décimas menos que en su último informe, debido a la revisión de los datos de crecimiento de los últimos tres años que ha realizado el Instituto Nacional de Estadística (INE) y a la "creciente incertidumbre".
En su Informe de Otoño, divulgado este jueves, la Comisión ha pronosticado también que la economía española seguirá ralentizándose los próximos dos años y ha pronosticado crecimientos del PIB del 1,5% para 2020 (en primavera preveía un 1,9%) y del 1,4% para 2021.
Bruselas se ha mostrado muy pesimista con la previsión del recorte de déficit público ya que aunque el Gobierno insiste en que bajará del 2,5% del PIB en que cerró en 2018 hasta el 2%, la CE cree que terminará el año en el 2,3% del PIB, con lo que sólo mejorará en dos décimas. Esto supone un desfase presupuestario de unos 27.600 millones de euros.
Achacan esta leve mejora a que, a pesar del incremento de ingresos por "las boyantes cotizaciones sociales y la recaudación por el IRPF", estos se han destinado a "aumentos significativos del gasto, como la subida de salarios de empleados públicos y transferencias sociales, en particular pensiones", señalan.
No se conseguirá el déficit del 2% ni en dos años
La mejora para los años próximos será aun menor: sólo bajará una décima en 2020, hasta el 2,2% del PIB, y otra más el siguiente, hasta el 2,1%, debido a la subida de salarios de los funcionarios y a la revalorización de las pensiones con la inflación, por lo que la promesa de Pedro Sánchez para este año no se logrará ni dentro de dos ejercicios.
Bruselas advierte de que si el Gobierno implementara todas las recomendaciones que ha hecho la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) sobre mejora del gasto público, el déficit podría bajar más a partir de 2020.
Sus pronósticos parten de la premisa de que no se han aprobado unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2020.
Advierten de que la deuda pública bajará muy poco, y seguirá siendo del 96% del PIB en el año 2021, muy por encima del objetivo del 60% que la Comisión recomienda para los países que han conseguido reducir su déficit por debajo del 3% del PIB.
El empleo se frena pero sigue bajando el paro
Prevé que la inflación cierre el año en el 0,9%, debido a la depreciación de los precios del petróleo, y que repunte hasta el 1,1% en el próximo y el 1,4% en el siguiente, por el precio de la energía y el incremento gradual de la inflación subyacente.
Respecto a la tasa de paro, pronostica que acabará en el 13,9% este año y vaya reduciéndose muy paulatinamente en los dos siguientes, hasta el 13,3% y el 12,8%, respectivamente. "Se espera que la creación de empleo se frene, pero el desempleo debería continuar bajando".
Los salarios seguirán creciendo más que la inflación. "El crecimiento de salarios se espera que toque máximos en 2019, y siga siendo dinámico y superior a la inflación en 2020 y 2021. Dado que el crecimiento de la productividad se espera que sea positivo este año, los costes laborales unitarios deberían subir más lentamente después de los máximos de 2019", apuntan.
La industria tocará fondo este año
Bruselas espera que el consumo privado se recupere ligeramente, pero prevé que las exportaciones se desaceleren aunque seguirán contribuyendo al crecimiento.
Por sectores, auguran que el la industria manufacturera española tocará fondo este año y después se recuperará ligeramente durante el periodo, en línea con la demanda final.
Pronostican una desaceleración en la inversión en construcción, tanto en residencial como en no residencial, a medida que el ciclo va madurando.