Más centrada en cuestiones identitarias, Cataluña ha perdido buena parte de su liderazgo económico en los últimos ocho años. Desde el PIB a la inversión pasando por el consumo o el empleo, un informe de Convivencia Cívica de Cataluña destaca diez indicadores que revelan cómo la economía catalana ha empeorado en comparación con el resto de España, en gran medida por la incertidumbre y la rigidez regulatoria que ha impuesto el nacionalismo.
"Difícilmente empresas alemanas o francesas instalarán su filial española en un territorio cuyos políticos amenazan con irse de España. Y de la misma manera, industrias internacionales difícilmente visualizarán a Cataluña como una plataforma logística atractiva para introducir sus productos en la Unión Europea cuando Cataluña podría quedar excluida de ella", sostienen los autores del estudio. A continuación, les referimos las diez variables económicas:
1) Empleo
Según los datos de la EPA, pese a contar únicamente con el 16 por ciento de la población de España, Cataluña acapara el 24 por ciento de todos los empleos destruidos en el país desde 2005 hasta 2012, por encima del resto de comunidades. Peor incluso que Andalucía, que con el 17 por ciento de la población asume el 20 por ciento de los empleos eliminados en España. Y por supuesto muy lejos de las cifras que ofrece Madrid, que ha perdido un 5 por ciento de todos los puestos de trabajo suprimidos en España teniendo un 13 por ciento de la población.
2) Comercio exterior
Debido a su situación geográfica, Cataluña ha desempeñado habitualmente un papel de plataforma para los flujos de exportación e importación. De hecho, muchas regiones fronterizas suelen disfrutar de niveles de PIB superiores por esa misma razón. Pese a ello, Cataluña ha dejado escapar parte de su cuota de las exportaciones españolas, desde el 27 por ciento que ostentaba en 2005 hasta casi el 25 por ciento que tenía en 2012, el nivel más bajo nunca conocido desde que se registran datos. Los autores del estudio también subrayan que la economía catalana siempre ha experimentado un elevado déficit comercial con el extranjero y que si en 2005 acaparaba el 32 por ciento de todo el déficit de España con el exterior, ahora abarca el 62 por ciento.
3) Consumo
De acuerdo con los datos del INE de la Encuesta de Presupuestos Familiares, en 2006 el consumo medio por persona en Cataluña era superior en 1.412 euros al del resto de España. Pero en 2012 esta diferencia a favor de los catalanes descendió a los 872 euros (los 11.870 euros de media de Cataluña frente a los 10.998 euros de España). En comparación con Madrid, en 2006 la comunidad catalana consumía unos 176 euros menos al año. Y en 2012 esa diferencia aumentó hasta los 1.670 euros a favor de los madrileños (los 11.870 euros de los catalanes frente a los 13.541 euros de los madrileños).
4) Nivel de vida
Según las estadísticas de pobreza regional y exclusión social recogidas en Eurostat, Cataluña es la región de España donde más se ha disparado la pobreza en el periodo 2005-2011. La tasa de población en riesgo de pobreza y exclusión social ha aumentado desde el 16 al 23 por ciento. Estos datos contrastan con la media nacional, cuya ratio de riesgo de pobreza en esos años ha ascendido desde el 23 al 27 por ciento. Es decir, la tasa de pobreza en Cataluña ha aumentado un 40 por ciento frente al 15 por ciento de la media nacional, más del doble que el conjunto de España.
5) Mercado de la vivienda
Cataluña ha experimentado la mayor caída en licencias de obra para edificación de nueva planta. Si en 2005 se concedían un 56 por ciento más en Cataluña que en Madrid, ahora han pasado a ser la mitad que en la comunidad madrileña (7.441 de Cataluña en 2012 frente a las 16.965 de Madrid). Mientras que en 2005 Cataluña copaba un 16 por ciento de todas las licencias otorgadas en España, en 2012 sólo representa un 12 por ciento del total.
6) Producto Interior Bruto
Entre 2005 y 2013, el PIB per cápita de Cataluña ha engordado un 12 por ciento, desde los 23.277 euros a los 26.134 euros. En cambio, tanto la media española como la de Madrid han avanzado un 15 por ciento. La de España desde los 19.266 euros a los 22.289 euros. Y la de Madrid desde los 25.202 a los 28.998 euros.
Así, si tomamos 100 como la media nacional, Cataluña ha caído del 2005 al 2013 desde los 120 puntos hasta los 117 puntos. Por el contrario, Madrid se ha mantenido en los 130 puntos.
7) Deuda pública
En 2005, Cataluña acumulaba el 23 por ciento de toda la deuda pública de las Comunidades Autónomas. En 2012, abarca ya el 27 por ciento. Y si se examina la deuda de las empresas públicas a fecha 1 de enero de 2013, la cosa empeora. Las empresas de la Generalitat tienen la mitad de la deuda de todas las empresas autonómicas existentes en España.
8) Coste de la vida
Cataluña es la región de España donde los precios más se han encarecido. Según los datos de IPC del INE, éstos han subido en el periodo 2005-2013 un 25 por ciento, por encima de la media nacional situada en el 23 por ciento. Y que el Govern se haya empeñado en imponer marcos regulatorios rígidos y límites a la libertad de competencia tiene una influencia directa sobre este fenómeno, argumenta el documento de Convivencia Cívica de Cataluña.
9) Creación de empresas
Cataluña ha cedido su liderazgo en la creación de empresas a Madrid. En 2005 los catalanes constituyeron el 19 por ciento de todas las sociedades mercantiles creadas en España frente al 18 por ciento de los madrileños. Pero en 2012 los madrileños constituyeron el 21 por ciento por el 18 de los catalanes. Por no hablar de que entre 2005 y 2012 Cataluña ha sufrido el mayor número de empresas concursadas: 6.889 frente a las 3.804 de Madrid.
10) Inversión extranjera
De 2005 a 2012, la inversión extranjera en Madrid ha sido cuatro veces la recibida en Cataluña, tal y como confirman los datos de inversión extranjera recogidos en las estadísticas del Ministerio de Economía. Por los 11.700 millones que ha atraído Madrid de media en esos años, Cataluña sólo ha obtenido 2.700 millones de promedio.
¿Y a qué se achaca este declive? Pues a un deterioro del marco institucional y regulatorio, el cual ha antepuesto otras cuestiones a la solución de los problemas reales de los ciudadanos y, en consecuencia, ha terminado alejando la inversión y el emprendimiento. Al igual que Quebec empezó a padecer un progresivo empeoramiento de su economía conforme se enraizaba el proceso soberanista, Cataluña ha sembrado una incertidumbre nada buena para la economía, concluye el informe de Convivencia Cívica de Cataluña.