“Se trata de una circunstancia ‘excepcional’… otra vez”. Así resume la banca de inversión su escepticismo sobre el mensaje político de que la quita a los ahorros de Chipre no se volverá a repetir en ningún otro país. “También era ‘excepcional’ la pérdida para inversores privados en Grecia. También fue ‘excepcional’ la inyección de liquidez al sistema bancario”, afirma Citi, que añade que estamos viviendo tal “acumulación de circunstancias excepcionales” que los mensajes políticos empiezan a perder credibilidad.
“Es bastante posible concebir, al menos, algún grado de contagio", concluye Morgan Stanley
Entre esos mensajes políticos, el más importante para España es el de la imposibilidad del contagio. El Gobierno lo ha negado explícitamente y el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer en el Senado que “los depósitos de menos de 100.000 euros son sagrados”. Pero la banca de inversión tiene una lectura diferente: ese contagio es poco factible a corto plazo pero no es descartable a largo.
Según Morgan Stanley, crece la preocupación por que se haya cometido un error político y por un contagio indirecto que afectaría primero a Grecia y luego a otros “países periféricos”, el eufemismo que se utiliza para hablar de Italia o España. Según Morgan, la secuencia se desarrollaría en varias fases:
- En primer lugar, “es posible que los ahorradores ajusten su inversión de estrategia, reduciendo sus depósitos y potencialmente transfiriendo su dinero desde los países periféricos al centro de la Unión Europea”.
- A continuación, Grecia podría quedar afectada puesto que “el argumento de que fue única la quita que se aplicó a los tenedores de deuda griega ha quedado debilitado”. El temor a más pérdidas afectaría al sistema bancario heleno en primer lugar, argumenta la entidad.
- La siguiente pieza del dominó del contagio podría ser Portugal a través del mismo canal: los depósitos. “Aunque es cierto que el rescate portugués no incluye una ‘quita’ a los depósitos –recuerda la entidad—el apoyo a Portugal debe renegociarse dentro de un año”.
- A partir de ahí, el impacto podría extenderse a otros países.
Esa secuencia “no tiene por qué ocurrir”, recuerda el banco, porque el BCE puede reaccionar pero la actuación de los políticos europeos han multiplicado las posibilidades de contagio, concluye la entidad que dibuja una cronología con posibles sobresaltos el 14 de abril, cuando Rusia debe renegociar sus préstamos a Chipre y el 3 de junio, cuando vencen 1.400 millones de euros en deuda que el gobierno de Nicosia debe pagar.
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También Nomura hace esa lectura de forma incluso más contundente cuando duda incluso de que los términos impuestos a Chipre sean definitivos. Según su análisis, "la quita a los depósitos probablemente no será suficiente para resolver los problemas. Eso podría generar una fuga de capitales, especialmente entre las bases más móviles de capital". Otros países sufrirán esas sacudidas, concluye Nomura: "esencialmente los que están en la periferia". En cuanto a la duración de las turbulencias, la entidad hace una previsión preocupante: algunos ahorradores perderán más del 15% de sus fondos. Además, verán aumentar los impuestos y privatizar los servicios. El resultado, concluye la entidad, es un escenario de ajuste que llegaría más allá de 2020 y que deberá ser revisado por la Troika significativamente después de la recesión que se vivirá en 2013-2014.
Como conclusiones provisionales, Morgan Stanley la pone al contagio: “es bastante posible concebir, al menos, algún grado de contagio puesto que el argumento de que Grecia era única se ha debilitado”. Más allá del debate del contagio, todas las entidades coinciden en la otra conclusión a la que pone letra Citi: "estamos viviendo una acumulación de malas noticias en todos los frentes: política italiana, fundamentales macroeconómicos, pymes, ratings y la quita a los depósitos en Chipre no mejora esa fotografía”.