La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) quiere potenciar su actuación en relación con actividades de entidades no autorizadas, los también llamados chiringuitos financieros, y para ello firmará un acuerdo con la Dirección General de la Policía, según ha informado este lunes el presidente del regulador, Sebastián Albella.
También publicará una circular sobre publicidad de servicios y productos de inversión y adoptará medidas para restringir la publicidad al público en general de CFD y otros productos complejos. Esta es una de las tres líneas de actuación en la que se centrará la nueva estrategia de la CNMV de cara a 2019.
El regulador ha presentado 44 actuaciones con las que busca ser una organismo "más flexible y ágil". La CNMV continuará dando prioridad a su función supervisora, de promoción de la integridad y transparencia de los mercados y tutela de los intereses de los inversores.
De plan anterior, Albella ha destacado que se han cumplido 39 objetivos, un 78% del total. De los restantes, ha dicho que siguen su curso, como por ejemplo la apertura de la sede en Bilbao. Del total, sólo dos objetivos no se han abordado. Uno de ellos es la propuesta de la reforma normativa de plataformas no participativas. El presidente ha dicho que la materia era "muy compleja" y se le ha unido que hay una iniciativa en Europa "potente" que les ha llevado a posponer este objetivo.
Aún así, Albella se ha mostrado satisfecho con los objetivos cumplidos y ha agregado que el 2018 fue un año lleno de nuevos retos que la CNMV ha sabido sacar adelante.
Tres retos
La primera línea es la prioridad a la supervisión. LA CNMV quiere que sea una supervisión "decidida" y que tenga presente el "principio de escepticismo". Albella ha afirmado que quiere que el regulador siga siendo prudente y decidido". "Queremos que sea una supervisión de valor añadido con técnicas eficientes, como las revisiones horizontales", ha remarcado el presidente.
La CNMV también quiere promover la transparencia en los mercados y que se haga una supervisón coordinada con Europa. Asimismo, el plan del Albella pasa por que el supervisor tenga presencia pública.
La segunda línea de actuación se basa en el fomento de la competitividad y el fortalecimiento del mercado español. Por último, el regulador quiere poner el foco en los cambios y las nuevas tecnologías que impulsan el mercado.
