Los bancos europeos han logrado mantener una sólida posición de capital y liquidez a pesar de la pandemia de la covid-19, al mismo tiempo que incrementaban los préstamos a la economía, aunque la persistente incertidumbre y la caída de la rentabilidad a mínimos, junto con síntomas incipientes de un deterioro en la calidad de los activos sugieren que siguen siendo necesarias políticas prudentes en cuanto a la distribución de capital de las entidades, según la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés).
La última evaluación de riesgos del sistema bancario europeo realizada por la EBA, que abarca 135 entidades e incluye datos hasta junio de 2020, constata una mejoría de los niveles de capital en la banca del Viejo Continente, alcanzando una ratio de capital básico CET1 en transición del 15% en el segundo trimestre, y del 14,7% 'fully loaded', frente al 14,6% y el 14,4% del primer trimestre, respectivamente.
"Las garantías públicas y las medidas de alivio regulatorio implementadas ayudaron a que los niveles de CET1 se recuperaran del impacto inicial tras el estallido de la pandemia, mientras que las facilidades extraordinarias de los bancos centrales ayudaron a los bancos a mantener amplios colchones de liquidez a pesar de las tensiones en los mercados de financiación mayorista", explica la EBA.
Sin embargo, a pesar de esta mejoría en los niveles de capital de la banca, la EBA considera que "aún se requieren políticas prudentes de distribución de capital", ya que, a pesar del alivio regulatorio proporcionado por los supervisores y el aumento de los ratios en el segundo trimestre de 2020, "el capital sigue bajo presión" ante la contracción de los ingresos operativos, que puede reducir la acumulación de capital, mientras que el deterioro de la calidad de los activos puede erosionar la base de capital y aumentar los activos ponderados de riesgo.
Deterioro de la rentabilidad
En este sentido, el análisis de la EBA revela un marcado deterioro de la rentabilidad del sector, con una rentabilidad financiera (RoE) que en el segundo trimestre se hundió hasta el 0,5% desde el 1,3% de los tres primeros meses de 2020 y muy lejos del 6,7% registrado en el segundo trimestre de 2019.
El supervisor bancario advierte, además, de que los tipos de interés podrían permanecer bajos durante más tiempo del esperado antes de la pandemia, mientras que la competencia de otros bancos y no bancos, como las fintech, añadirán presión sobre los márgenes e ingresos.
Asimismo, apunta que la bajada de costes operativos observada durante la pandemia podría revertirse una vez superada, al mismo tiempo que esta puede haber servido de catalizador para que muchos clientes se conviertan en usuarios digitales de banca, agravando el exceso de capacidad de las entidades, que en el caso de aquellas que hubiesen agotado sus alternativas de ajuste podrían explorar fusiones y adquisiciones para lograr potenciales sinergias de costes.
Además de los problemas de rentabilidad que arrastra el sector y que la pandemia ha acentuado, la EBA alerta de que los bancos podrían estar incubando un "deterioro material de los activos en los próximos trimestres", a pesar de que hasta junio de 2020 la ratio de préstamos dudosos (NPL) de la banca europea se ha mantenido estable, bajando al 2,9% en el segundo trimestre desde el 3% de los tres primeros meses del año y el 3,4% del segundo trimestre de 2019.
"Si bien los índices de morosidad han seguido disminuyendo, otras métricas de calidad de activos ya muestran signos de deterioro", apunta la EBA en referencia al aumento de la proporción de préstamos clasificados en la 'etapa 2', que implica un empeoramiento sustancial, pero sin generar pérdidas, mientras que la retirada gradual de las medidas relacionadas con la covid-19, como la moratoria sobre los reembolsos de préstamos y las garantías públicas, probablemente también afectará la calidad de los activos.
En concreto, en el segundo trimestre de 2020, los préstamos en la 'etapa 2' subieron al 8,2%, frente al 7% de los tres primeros meses del año y el 6,9% de un año antes, hasta un total 1,2 billones de euros, una cifra que representa un aumento interanual del 23%. A su vez, la proporción de préstamos en la 'etapa 3', cuando se considera como 'dudoso', era del 3,4% en el segundo trimestre, frente al 3,9% de un año antes, con un volumen de alrededor de medio billón de euros.