El gas vuelve a cobrar importancia en el mix eléctrico. A pesar de que España intenta desligarse de los combustibles fósiles, la realidad es que las materias primas que sataniza el Ejecutivo son fundamentales para que el sistema energético no colapse. Este noviembre se ha evidenciado que el gas natural es una pieza fundamental para la generación de electricidad puesto que se han dado días que la dependencia de las centrales de ciclo combinado ha superado el 30%.
Las condiciones climatológicas no han sido las adecuadas para que el gas no tuviera un peso importante y se tirara de las renovables. Pero, la falta de viento por un lado, y el escaso rendimiento de las placas fotovoltaicas ha provocado que las centrales de esta materia prima estuvieran funcionando a pleno rendimiento.
Según los datos de generación de Red Eléctrica, el peso de las renovables ha decrecido respecto a octubre de este mismo año. Durante noviembre, las plantas de energía limpia han generado el 53% de la electricidad que llega hasta hogares e industria mientras que el 47% procede de la no renovable. En octubre, el porcentaje se decantó por las renovables por un 57%. Si atendemos al cómputo de 2024, las renovables tienen un peso del 59%.
El gas manda
Durante la última semana, el gas ha sido de vital importancia. Durante tres días de la semana pasada, las centrales de ciclo combinado predominaron en el mix energético. Es más, tuvo un peso del 30%. Lo que supone que cada tres megavatios a la hora que se consumían, uno era gracias al gas.
A pesar de que el Estado prevé no depender del gas en 2030, lo cierto es que el gas vuelve a ser indispensable. Durante 2023, las centrales de ciclo combinado tuvieron un peso del 25% del total de la electricidad generada. Este año, la cifra ronda los 20% y las fuentes consultadas por este periódico indican que, posiblemente, el porcentaje será algo superior ya que se espera un “invierno anticiclónico, por lo que las renovables tendrán un peor rendimiento”.
Tan solo la eólica, con un casi 24%, es la tecnología que bate al gas natural a la hora de generar electricidad. En tercer lugar se encuentra la energía nuclear, otra de las fuentes que más señalada está ya que el Gobierno contempla el cierre progresivo antes de 2030. No obstante, desde Europa se pide una revisión de los planes de clausura.
Gas más caro
Pero mientras consumimos más gas, el precio del megavatio a la hora se sitúa en una horquilla peligrosa. En el mercado español, el coste por cada Mwh se ha disparado hasta los 47 euros.
La tensión entre Ucrania y Rusia sigue creciendo por lo que el miedo entre los inversores es mayor. El gas actúa como un mercado financiero y, en momentos de volatilidad, el coste sube. “La energía pertenece a los mercados financieros y el dinero es miedoso. Si hay tensión el mercado responde”, arguye Carlos Martín, responsable de estrategia de Enerjoin.
Además, a finales de año se acaba el contrato de suministro de Gazprom con el resto de Europa, hecho que podría elevar aún más el precio del gas.
“Mientras América del Norte se prepara para la primera ola de frío de la temporada, Europa teme lo que en alemán se conoce como dunkelflaute: frío y poco viento, lo que está contribuyendo a la subida en el precio del gas”, explica Norbert Rücker, jefe de análisis económico del banco suizo de inversión Julius Baer.
Con un gas por las nubes, el precio de la electricidad se dispara. En concreto, se ha convertido en el mes más caro del año con un coste por megavatio a la hora por encima de los cien euros.