"Lo que das, vuelve". Con ese eslogan, la Agencia Tributaria emprendió a principios de noviembre una potente campaña publiciataria para animar al contribuyente a arrimar el hombro. Había un segundo lema: "Lo que das cuando pagas impuestos vuelve a ti. Vuelve a todos". Desde entonces, Hacienda ha bombardeado a los ciudadanos con cuñas en radio, spots en televisión y banners en los medios digitales.
El objetivo es, evidentemente, loable: educar a los contribuyentes sobre su deber de tributar. Lo discutible, a juicio de muchos profesionales vinculados al Fisco, es el momento elegido, con un Gobierno cercado por los escándalos de corrupción. La esposa de Pedro Sánchez está imputada, entre otros delitos, por apropiación indebida. Al hermano del presidente se le investiga por los indicios de 'enchufismo' fraudulento. Y ya ha empezado a tirar de la manta Víctor de Aldama, quien fue detenido, precisamente, por un millonariao fraude fiscal.
En los colectivos de inspectores y técnicos de Hacienda hay quien se sigue frotando los ojos cuando salta el anuncio publicitario. Sobre todo, porque llueve sobre mojado. En marzo del año pasado, Hacienda se vio obligada a retirar otra campaña, centrada en la Declaración de la Renta. Tenía el siguiente eslogan: "No es magia, son tus impuestos". El problema es que se aireó al tiempo que saltaba el escándalo de Tito Berni, que salpicaba también al PSOE.
Un conocido banquero verbaliza, bajo el anonimato, lo que piensan otros compañeros de profesión: "Al final, lo que alientan los escándalos es la vuelta de la economía sumergida". O sea, el regreso del fraude 'doméstico' a la Hacienda pública, el 'escaqueo' fiscal, la pérdida de conciencia del contribuyente sobre la importancia de los impuestos. Así golpean los escándalos políticos a la conciencia colectiva.
Lamentablemente, los desincentivos a la correcta tributación llegan en un momento esperanzador para la Agencia Tributaria. La estadística venía demostrando una tendencia positiva en la economía sumergida, un mal endémico de la economía española. Ese comportamiento está medido en un estudio reciente publicado por EsadeEcPol y dirigido por Francisco de la Torre, uno de los mayores expertos fiscales de este país.
El "objetivo central"
"La financiación de las políticas públicas necesita de una base impositiva suficiente y robusta, lo que a su vez está afectado (y puede estarlo mucho) por el grado de cumplimiento en el pago de los impuestos. O lo que es lo mismo: reducir el fraude fiscal y la economía sumergida es, o al menos debería ser, un objetivo central de la acción pública", señala el informe.
De la Torre identifica "un aumento inesperado de la recaudación" entre 2021 y 2023. El autor apunta a posibles causas del descenso de la economía sumergida. A la cabeza está el cambio de hábitos sociales, propiciado -a la fuerza- por la pandemia y la extensión masiva del pago con tarjeta es el mayor ejemplo. No obstante, el autor no descarta que el cambio de tendencia "se deba a la mejora de la conciencia social, y no sólo a cuestiones de control".
El informe del 'think tank' de Esade cifra en 6.282 millones el dinero aflorado en los dos años que comprende el estudio. Y lo mejor, según De la Torre, es que el crecimiento de la recaudación, aunque puede haber tocado techo, se ha consolidado. "Por eso, convencer a los españoles de que deben pagar sus impuestos, fue, es y creo que seguirá siendo, la medida anti-fraude más importante de todas", concluye el autor.
El riesgo de fraccionar la Agencia Tributaria
Desafortunadamente, quienes gestionan los tributos en España están asistiendo a un incremento continuo de las amenazas, que puede revertir la tendencia. Hay una muy real: la división de la Agencia Tributaria, para que Cataluña pueda controlar el 100% de los impuestos. Tanto la asociación de inspectores (IHE) como la de técnicos de Hacienda (Gestha) coinciden plenamente en que esa fractura provocará un aumento del fraude, al dificultar la labor de quienes lo persiguen.
Los profesionales llevan meses advirtiendo de que el acceso a la información tributaria es esencial para destapar la economía sumergida, que ronda los 240.000 millones de euros (en torno al 15% del PIB). Y el desmembramiento de la Agencia Tributaria supondría un avance en la dirección contraria.
Inspectores y técnicos lamentan que la coalición se aleje de lo prometido en el acuerdo de Gobierno. "Seguiremos trabajando por el afloramiento y regularización de la economía sumergida. En línea con las mejoras de estos años, reforzaremos los mecanismos para la regularización de la economía sumergida y la lucha contra el fraude", promete el pacto sellado entre PSOE y Sumar el 24 de octubre de 2023.
Las dos formaciones políticas abogan por alcanzar un mapa fiscal "más sólido y justo, eliminando las ventajas competitivas de los que abusan del sistema". Lo que investiga hoy día la Justicia es si quienes están abusando de ese sistema tienen vínculos directos -e incluso familiares- con miembros del Gobierno, con su presidente a la cabeza.