El silencio de los grandes del Ibex sobre la desoladora situación política es atronador. Llama la atención que ni siquiera los empresarios más afectados por los últimos 'rejonazos' del Gobierno alcen la voz estos días. Lo sucedido este jueves en el congreso anual de la Fundación CEDE es un botón de muestra. El impulso de nuevas cargas fiscales a banca y energéticas ni siquiera mereció un mínimo reproche de los CEOs que intervinieron en público.
El evento se celebró en un abarrotado Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña. Acudieron cientos de directivos a la llamada de Isidro Fainé, quien preside -además de la Fundación La Caixa y CriteriaCaixa- CEDE. El congreso se celebró -como cada año- con éxito de participación y con protagonistas de altura. Felipe VI habló de la incertidumbre que emana de los avances tecnológicos. Nadia Calviño, de los crecientes riesgos geopolíticos. Y Alberto Núñez Feijóo se despachó a gusto contra Pedro Sánchez, un presidente en caída libre, que asiste desde el trono de Moncloa al desmoronamiento de su reinado.
Sin embargo, los altos directivos -los grandes protagonistas del congreso- actuaron como si el ambiente político no fuera asfixiante. Como si no existieran los bandazos fiscales, jurídicos y regulatorios que tanto daño están haciendo a la imagen exterior de España.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete, charló sobre inteligencia artificial con Francisco Reynés, su homólogo en Naturgy, víctima directa del compromiso recién adquirido por el PSOE con ERC y Bildu: ampliar la vida del 'impuestazo' a las energéticas. El consejero delegado de CriteriaCaixa, Ángel Simón, reflexionó sobre la importancia de fortalecer la industria. Y el resto de los ponentes debatieron sobre las oportunidades de negocio que alientan las nuevas tecnologías.
Feijóo sigue picando piedra. Tres días antes de acudir a la llamada de Fainé, se djó ver en el Congreso de UGT. En Génova sí están convencidos de que la presidencia del Gobierno les caerá como fruta madura
El descontento que se palpa en los corrillos no se refleja en las declaraciones públicas de los líderes. A más de un asistente anónimo al evento en Galicia, de hecho, le chirriaba la ausencia absoluta de quejas. ¿Cautela o cobardía? En los círculos empresariales fluyen dos tesis. La primera es que los 'mandamases' del Ibex dan por amortizada la coalicion y prefieren asistir en silencio al final de la aventura. La segunda es una variante: el Gobierno socialista tiene los días contados, pero la caída no será inmediata y puede morir matando.
Sánchez demostró hace sólo una semana de lo que es capaz. Pactó con ERC lo contrario que con Junts (ampliar el impuesto a las energéticas a corto plazo y reducirlo a medio a una versión 'light'). Sacó adelante la 'tasa' permanente para la banca, contra el criterio del BCE y de la Comisión Europea. Y guardó en el cajón el endurecimiento de la fiscalidad de las socimis -un golpe severo para Colonial o Merlin Properties-, con la intención de volver a sacarlo en cuanto pueda. "Sánchez ha convertido el Congreso en un mercado persa", denunció este jueves en el auditorio gallego Alberto Núñez Feijóo.
El de Sánchez es el único Gobierno de la UE que no ha logrado enviar a Bruselas un borrador de sus Presupuestos de 2025. Necesita ingresos extra para cumplir la senda fiscal prometida a la Comisión Europea. Y se ha quedado sin la recaudación que esperaba subiendo el impuesto del diesel. Descartado un recorte del gasto, todos los indicios apuntan a nuevos 'hachazos' a los bolsillos del empresariado.
Los lobistas que trabajan para el Ibex también están haciendo horas extra para minimizar los daños presentes y evitar los futuros
Muchos de los afectados son conscientes, pero mantienen la boca cerrada. Hay pocas excepciones, como la del consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, uno de los pocos líderes del Ibex que se ha atrevido a dar la voz de alarma. O el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, quien nunca ha callado lo que piensa sobre el panorama político.
La gran mayoría ha optado por encauzar su malestar a través de patronales y 'think tanks', como CEOE o el Círculo de Empresarios. Los lobistas que trabajan para el Ibex también están haciendo horas extra para minimizar los daños presentes y evitar los futuros. En la cita de CEDE, nadie tuvo un gesto con el líder del PP, quien denunció la pérdida de calidad democrática y los efectos del caos político en la actividad empresarial y la inversión. Otro silencio que da pie a un último interrogante: ¿hay dudas sobre la alternativa real de gobierno que puede liderar Feijóo?
El político gallego, mientras tanto, sigue picando piedra. Tres días antes de acudir a la llamada de Fainé, se djó ver en el Congreso de la UGT de Pepe Álvarez. A diferencia de los empresarios, en Génova están totalmente convencidos de que la presidencia del Gobierno les caerá, esta vez sí, como fruta madura.