La Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid cambió de manos tras la dimisión de su anterior titular, Antonio de Guindos, a causa de su imputación en el ‘caso Madrid Arena’. Sin embargo, los planteamientos del departamento, ahora encabezado por Juan Antonio Gómez Angulo, en cuanto al controvertido asunto de la recogida de basuras parece no haberse movido del mismo sitio en el que se encontraba, es decir, aquel que provocó que la anterior licitación quedara desierta.
El Consistorio madrileño anunció este jueves que pondrá en marcha un nuevo proceso para la limpieza y la conservación de espacios públicos y zonas verdes de la capital, a lo que destinará algo más de 2.300 millones de euros. La licitación incluirá seis lotes para las diferentes zonas de la ciudad y los contratos serán de ocho años de duración, con la posibilidad de prorrogarlos durante dos más.
En definitiva, un planteamiento muy similar, tanto en la dotación económica como en la longitud de los contratos, al designado por el equipo de Antonio de Guindos. También como entonces, el Ayuntamiento presentó la licitación como un proyecto que permitía ahorrar una notable cantidad de dinero a las arcas municipales. En este caso, 256 millones de euros a lo largo de la duración de los contratos.
Sin embargo, el ahorro anunciado entonces no se ha podido registrar porque aquella licitación pergeñada por el anterior equipo de Medio Ambiente y Movilidad no se concretó en ningún contrato. Los grupos interesados en prestar este servicio no fueron capaces de cuadrar las cuentas porque el Ayuntamiento había ajustado tanto el coste de la licitación que el contrato no resultaba rentable para nadie.
Consecuencias negativas para el empleo
El resultado final fue que tan sólo FCC, en parte comprometida por ser la que tenía el contrato con anterioridad, presentó una oferta, que fue rechazada precisamente porque la oferta económica era demasiado elevada.
Así las cosas, el Ayuntamiento se ha visto obligado a prorrogar este contrato con FCC con las condiciones anteriores hasta que no se firme uno nuevo, que es la intención de la licitación anunciada este jueves. Sin embargo, las circunstancias no han cambiado especialmente. De hecho, el contrato está dando más de un quebradero de cabeza a FCC, que se ha encontrado con la convocatoria de una huelga a partir del próximo día 15 debido a la posibilidad de que lleve a cabo un ERE en esta área.
Fuentes del sector consultadas por Vozpópuli señalaron que las cifras planteadas por el Consistorio difícilmente podrán ser asumidas por los grupos interesados en prestar el servicio, ya los contratos no resultarían rentables. En todo caso, los márgenes serían tan estrechos que los futuros adjudicatarios se verán obligados a reducir la plantilla destinada a esta área como consecuencia del contrato.
Cabe tener en cuenta que una de las consecuencias de la crisis ha sido una reducción del volumen de residuos a recoger, que expertos del sector calculan en torno al 20%. En función de este volumen evolucionan los ingresos de esta actividad que, además, es muy intensiva en capital.
