El rescate financiero dejó la puja por Catalunya Caixa a las puertas de destapar el verdadero apetito de seis entidades. Aquella nómina de posibles compradores, integrada por Santander, BBVA, Sabadell, Popular con su socio Credit Mutuel, Kutxabank y el fondo buitre JC Flowers, ha quedado sensiblemente reducida, fruto del ejercicio de estrés al que Oliver Wyman ha sometido a toda la banca española. La subasta, reanudada el pasado viernes, se dirimirá entre los dos grandes de la banca española: Santander y BBVA. El papel reservado al Sabadell, que también acudirá a la puja, parece ser el de mero observador en un proceso que puede obligar al comprador a tener que aportar un mínimo de capital de 2.000 millones y que no contempla, en principio, ningún tipo de ayuda pública, tras la transferencia de los activos tóxicos de Catalunya Caixa al banco malo.
La entidad presidida por Josep Oliu ha comenzado a estudiar las cifras de Catalunya Caixa en plena digestión de la compra de la red en Cataluña y Aragón de Caixa Penedés a BMN, concretada el pasado martes. Un paquete de 442 nuevas oficinas en el mercado catalán, en el que se posicionará ya con un 13,6% de cuota, que puede 'enfriar' al Sabadell por Catalunya Caixa. La estrategia del Sabadell parece más centrada en este tipo de operaciones. La compra de antiguas cajas para completar su red en aquellos mercados donde aún no llega al 10% de cuota. En este sentido, el banco catalán está interesado en adquirir Caja Badajoz, como adelantó la pasada semana este medio. En el sector no se descarta tampoco que pueda estudiar la compra del Banco Gallego. De concretarse esta operación, sería complicado que presentase una oferta ganadora por Novagalicia, proceso en el que también estarán presentes.
La 'frialdad' del Sabadell sólo podría romperse ante las presiones de la Generalitat por adquirir el negocio de Catalunya Caixa para conformar otra gran entidad catalana por encima de los 200.000 millones en activos y una cuota del 30,6% en aquel mercado, muy cerca del liderazgo de Caixabank (33%). Precisamente, la notable proyección de Catalunya Caixa en el mercado catalán, que aporta el 19% del PIB español, concita el interés de Santander y BBVA. "Ninguno de los dos grandes quiere más exposición a España pero un 17% del negocio catalán (volumen que atesora Catalunya Caixa) es siempre un bocado más que apetecible", aseguran desde el sector.
BBVA, con la suma de Unnim, cuenta con un 17% del mercado catalán, que alcanzaría el 34%, en caso de adquisición de Catalunya Caixa; Santander cuenta apenas con un 8% y Banesto, un 4%.
Tras la compra de Unnim, el banco presidido por Francisco González ha elevado su presencia en Cataluña hasta el 17%, muy lejos del 8% del Santander o el 4% de Banesto. Un ratio que el grupo liderado por Emilio Botín está dispuesto a aumentar. Antes del aplazamiento de la subasta de Catalunya Caixa, a principios de junio, el interés del Grupo Santander era máximo.
Tanto el Santander como Banesto, que se convertiría en el nuevo dueño de la entidad catalana, contaban ya con equipos de trabajo dedicados en exclusiva al estudio de la operación de la entidad nacionalizada. "El Santander está decidido a contrarrestar la creciente cuota de mercado que alcanzará BBVA con la compra de Unnim en el mercado catalán, que será uno de los pocos que soportarán el castigado negocio financiero durante los próximos meses", explican desde un banco de inversión.
Según datos de BBVA Research, Cataluña representa el 19% de la economía de España, el 16% de la población del país, un 23% de la industria del turismo y un 25% de las exportaciones. "Es un mercado estratégico en el que a las entidades no catalanas siempre les ha sido difícil crecer y por eso están aprovechando ahora las oportunidades que ofrecen las subastas. Empezó BBVA y ahora seguirá el Santander", reflexionan desde una entidad.
García Cantera, ex CEO de Banesto, lideró las negociaciones del Santander con Adolf Todó antes de que se suspendiera la subasta
José García Cantera, ex consejero delegado de Banesto sustituido por Javier San Félix, llevó todo el peso de las negociaciones con Adolf Todó, presidente de Catalunya Caixa, en la subasta que fue interrumpida antes del verano. "Estaremos atentos a las oportunidades que se presenten. Banesto está abierto a jugar este rol de protagonista de la reestructuración porque se encuentra en la mejor posición para salir reforzado de la actual crisis, tanto mediante la ganancia de cuota de mercado como a través del estudio de las posibilidades de crecimiento no orgánico (mediante fusiones o compras)”, así se expresaba García Cantera en la pasada Junta General de Accionistas de Banesto, uno de sus últimos actos antes de desembarcar en Boadilla.
Ángel Cano, CEO de BBVA, reconoce que el actual clima independentista en Cataluña no afectará a la subasta de la entidad catalana
Para BBVA, la compra de Catalunya Caixa significaría convertirse en el lider del mercado catalán con una cuota del 34%, un punto superior a Caixabank. "Se van a estudiar todas las oportunidades que resulten atractivas para la entidad", explicó Ángel Cano, en la presentación de resultados del tercer trimestre. En este sentido, el consejero delegado de BBVA aseguró que el actual clima independentista que se vive en Cataluña no afectará a la subasta de la ex caja catalana.
En la anterior fase del proceso, tanto Santander como BBVA pactaron con Adolf Todó, presidente de la nacionalizada entidad catalana, que Catalunya Caixa pondrá a la venta su participación del 10,26% en CatalunyaBanc, en las mismas condiciones que el paquete del 89,74% en manos del FROB, a cambio de que el comprador mantenga la obra social.
"Los grandes quieren comprar paquetes completos en este tipo de subastas. Aunque un 10% es una representación mínima y no influye en las decisiones finales, es una 'molestia' que no están dispuestos a aceptar", aseguran fuentes del sector. Con la venta de su participación en el banco, la caja catalana refuerza la obligación de convertirse en una fundación y pierde la única vía de financiación de su obra social.
BBVA y Santander volverán a encontrarse en el proceso de venta de Banco de Valencia, al que no podrá acudir el Sabadell. La compra de la CAM impide al banco catalán, por mandato de Bruselas, pujar por ninguna entidad en la zona de influencia de la ex caja alicantina durante 5 años. Al contrario que en el caso de Catalunya Caixa, ninguno de los dos grandes parecen tener mucho interés por adquirir la entidad valenciana, a pesar de que en las últimas semanas han crecido los rumores sobre una inminente compra por parte de Banesto, desmentidos por parte de la entidad.