El proyecto de la ciudad Valdeluz, en la localidad alcarreña de Yebes, ha llamado la atención de numerosos inversores internacionales especializados en el sector inmobiliario. Sin terminar por completo, con fases que ni siquiera se han iniciado y con las promociones acabadas con numerosas viviendas sin vender, algunos fondos especializados han querido conocer de primera mano la situación de uno de los iconos del estallido de la burbuja inmobiliaria en España para buscar oportunidades de negocio.
Lo primero con lo que se han encontrado es con que las principales entidades financieras españolas están vendiendo las promociones que tuvieron que comerse prácticamente a la mitad de precio, con el fin de que desaparezcan cuanto antes de unos balances más que provisionados.
Precisamente, una de las oportunidades que buscan los fondos es gestionar de una forma más pausada estos activos. Es decir, no tener tanta prisa en venderlos, procurar ponerlos en valor y darles salida algo más tarde, cuando la situación haya mejorado algo y, obviamente, a un precio más elevado del que inviertan en comprarlo.
Diversos fondos de EEUU, Reino Unido, Holanda y Francia se han paseado por las calles aun semidesiertas (en los últimos meses se han vendido viviendas y la megaurbanización tiene otro aspecto) de Valdeluz e incluso han podido comprobar in situ el estado de las viviendas. El sentimiento generalizado ha sido de sorpresa positiva por las calidades de los hogares y también por el hecho de que todo el equipamiento es de origen español.
Dudas por la ubicación
“En ámbitos financieros internacionales se dice que en España ya no hay industria pero todo lo que hay dentro de estas viviendas está fabricado aquí”, comentaban los representantes de un fondo norteamericano a uno de los intermediarios que les ha facilitado la visita a Valdeluz.
El principal problema es que los informes que llegarán hasta las mesas donde se toman las decisiones de inversión incluirá un amplio apartado sobre la ubicación de Valdeluz: prácticamente en medio de la nada, junto a una localidad como Yebes con infraestructura para dos o tres centenares de habitantes. Con muchos proyectos, entre ellos una lanzadera de alta velocidad para la conexión con Madrid en 15 minutos, que no han visto la luz.
“Así es difícil venderlos a su precio; se pueden vender como lo están haciendo los bancos pero no sacarles el partido que realmente tienen”. Es una de las conclusiones generalizadas de aquellos que han visitado Valdeluz con otros ojos, con otras miras, las de hacer negocio donde parece imposible.
El producto se venderá pero no hay fecha
Otro de los aspectos que han llamado la atención de los inversores internacionales es el hecho de que exista tanto producto ya acabado, que no ha podido venderse por la llegada de la crisis. "El grifo del crédito se cerró de forma abusiva y casi sin previo aviso y eso ha hecho que se termine mucha más producción de la que realmente se puede vender".
Los fondos se fueron convencidos de que cuando pase la crisis, las viviendas se venderán sin problemas y a precios notablemente superiores a los que actualmente oferan los bancos. "El problema es saber cuándo se terminará la crisis y cuándo llegará el escenario positivo para la venta".
Por este motivo se antoja por ahora complicado el cierre de una gran operación tanto en Valdeluz como en otros emplazamientos como Seseña y Valdebebas que, con las evidentes diferencias entre ellos, comparten el problema de contar con demasiadas viviendas finalizadas para la actual situación del mercado.
