El Partido Popular estudiará de nuevo una operación para dar entrada al capital privado al Canal de Isabel II si consigue mantener el poder en la Comunidad de Madrid tras las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán la próxima primavera. El primer paso para este proceso sería el desarrollo del programa de renta fija que la compañía aprobará, junto con la primera emisión de bonos, en diciembre.
En su día, los planes para la privatización parcial del Canal de Isabel II se pusieron en marcha en 2008, un año después de la celebración de las elecciones autonómicas y su acelerón final se dio precisamente cuando el PP revalidó en 2011 la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid.
Este proceso provocó una reacción contraria por parte de ciudadanos opuestos a que el Gobierno regional llevase a cabo la operación. De ahí surgió una plataforma ciudadana contra la privatización del Canal de Isabel II, que continúa en funcionamiento aunque el Ejecutivo autonómico, por entonces presidido por Esperanza Aguirre, decidiera en 2012 dejar en suspenso la privatización, por la cual iba a dejar el 49% de la compañía en manos privadas.
Esta plataforma ha reaccionado contra la estrategia del Canal de Isabel II de acudir al mercado de renta fija para obtener financiación adicional con la que llevar a cabo nuevas inversiones. El movimiento considera que la operación subirá de forma notable el endeudamiento de la empresa, que en los últimos años ha logrado elevar sus beneficios considerablemente, aunque esta cuestión no se ha visto reflejada en las inversiones, que han caído más de un 50% en los últimos tres años.
Calibrar los mercados
La emisión de bonos no es sino un primer paso para calibrar la aceptación del Canal de Isabel II en los mercados con vistas a un nuevo intento por privatizar, al menos, parte de la compañía.
En este caso, el proceso sería algo más corto, teniendo en cuenta que se podría aprovechar buena parte del trabajo que se hizo en la anterior legislatura e incluso a comienzos de la presente para tratar de dar entrada al capital privado en la compañía.
Los bonos permitirían a inversores institucionales formar parte de la estructura de deuda de la compañía y, por lo tanto, conocer su situación de forma mucho más cercana. Agilizaría de forma notable una posterior venta de parte de las acciones, una operación que supondría una importante inyección de fondos para las arcas autonómicas.
No obstante, la opción pasa por los resultados de las urnas en la próxima primavera. Si el PP no lograra la victoria y, además, revalidar la mayoría absoluta, el nuevo intento de privatizar el Canal de Isabel II sería prácticamente quimérico.
En este sentido, la situación no es precisamente favorable al partido que actualmente ostenta el Gobierno regional. Las encuestas hablan de una evidente pérdida de apoyos por parte de los populares en Madrid. Además, el actual presidente de la Comunidad, Ignacio González, que presidía la compañía cuando se intentó la privatización y coordinó todo el proceso, tampoco ha dejado claro que vaya a presentarse como candidato.