La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha puesto números a la guerra de los cajeros iniciada por Caixabank el pasado año. Y es precisamente la entidad catalana, así como el conjunto de los bancos españoles de mayor tamaño, quienes más se han beneficiado de la nueva realidad. La posibilidad legal de que cada entidad fije su comisión por retirada de efectivo "ha llevado a que la tasa por uso de cajeros que antes se situaba en torno a 0,65 euros se haya triplicado en el caso de las entidades mayores (entre 1,85 y 2 euros)", según el informe publicado este martes.
Menos beneficiadas han resultado las entidades medianas o pequeñas, según las conclusiones de la CNMC, "al no poder ofrecer, en términos geográficos, el servicio en las mismas condiciones que antes y verse obligados a buscar socios con los que poder completar sus redes para prestar el servicio". Así, las entidades de la red Euro6000 llegaron a un acuerdo de colaboración con Bankia y Sabadell, por ejemplo.
Dentro del grupo de bancos y cajas de menor tamaño, resultarían especialmente perjudicadas las que contaban con una red de cajeros menor, toda vez que han de llegar a acuerdos bilaterales (más costosos) de manera forzosa tanto en su vertiente de adquiriente como emisora. En opinión del regulador de los mercados, el cambio en este sector las ha obligado "o bien a asumir dichas comisiones o bien a trasladarlas a sus clientes, los cuales se verán penalizados y podrían acabar trasladando sus cuentas y depósitos a otras entidades".
Poder en manos de los bancos con más red
La propia CNMC va más allá y ve como factible la hipótesis de que estas entidades más pequeñas pudieran quedar "descolgadas, al no poder acceder en términos razonables a acuerdos de compartición de redes" y ante la evidencia de que la alternativa (desarrollar una red propia) supone grandes costes tanto en tiempo como en gastos. Con el anterior sistema bastaba con adherirse al sistema y pagar la tasa acordada para acceder a una red amplia, pero la actual realidad, que obliga a acuerdos bilaterales, otorga mucho poder a las entidades con red propia en detrimento de los bancos con menores redes.
"En el nuevo sistema son las entidades propietarias de los cajeros las que marcan los precios a través de la fijación de la comisión, sin que las emisoras tengan margen para amortiguar dicha comisión, salvo a su propia costa, al contrario de lo que ocurría con el sistema anterior, en el que las emisoras tenían independencia para fijar la comisión a su cliente por el uso de cajeros ajenos", explican desde la CNMC, que reconoce sin embargo que el impacto de dichos cambios en el mercado aún es difícil de estimar, toda vez que la reordenación del mismo no está concluida.