Los números rojos permanecen como una constante en Metro de Madrid, hasta el punto de que la sociedad que se ocupa de la gestión del transporte suburbano de la capital ha hecho añicos el capítulo de los presupuestos del Gobierno regional dedicado a él. El año pasado, la compañía registró pérdidas de 72,6 millones de euros, siete veces más que los 10,43 millones que recogían los presupuestos regionales.
De este modo, Metro de Madrid multiplicó por 2,5 las pérdidas registradas en 2014, cuando la compañía registró números rojos de 29,7 millones de euros aunque, eso sí, por el efecto de los ingresos obtenidos por la venta de activos inmobiliarios y también el expediente de regulación de empleo (ERE) que llevó a cabo durante ese año y que le permitió generar un ahorro en el entorno de los 80 millones de euros.
Unos extraordinarios que se echaron en falta en 2015, cuando se preveían ingresos por valor de 140 millones de procedencia diferente a la venta de billetes y la gestión comercial y publicitaria. Pero las previsiones en este punto se quedaron muy lejos de la realidad. De esta forma, los ingresos totales se quedaron en 890 millones de euros, un 8% por debajo de lo presupuestado.
Al margen del capítulo de los extraordinarios, el problema principal que presenta Metro de Madrid es que la demanda de viajeros permanece prácticamente estancada desde 2013, después de estar en caída libre los años anteriores como consecuencia de la crisis.
Demanda estancada
Como prueba de este estancamiento cabe señalar que el suburbano registró 569,73 millones de viajes en 2015, tan sólo un 2,1% más que hace dos años, cuando la compañía protagonizó el peor ejercicio de su historia: 218 millones de euros de pérdida y la cifra de demanda más baja de la última década.
Aunque la demanda apenas ha variado, los ingresos por venta de billetes se han incrementado un 11%, hasta 790 millones de euros, gracias a los incrementos tarifarios
Los efectos de la crisis se dejaron sentir en este capítulo, igual que en el de la oferta, lo que generó la queja de un buen número de usuarios, que vieron como los servicios del suburbano se reducían mientras que el precio de los billetes se incrementaban. Durante 2015, la oferta de Metro de Madrid se incrementó apenas un 0,78% respecto al año anterior pero sigue muy lejos de la que se registraba a finales de la pasada década, cuando los efectos de la crisis comenzaban a hacer mella en el escenario económico. Concretamente, la oferta de la compañía es en la actualidad un 15% inferior a la de aquellos años.
Aunque la demanda apenas ha variado, los ingresos por venta de billetes se han incrementado un 11%, hasta 790 millones de euros, gracias a los incrementos tarifarios. Algo que no ha sido suficiente para reducir los números rojos de la compañía.
En los últimos seis años Metro de Madrid acumula pérdidas de 488 millones de euros, con lo que se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza, especialmente para la Comunidad de Madrid, que asumió su titularidad íntegra a partir de 2011, debido a la delicada situación financiera que atravesaba el Ayuntamiento de Madrid, que hasta la fecha también controlaba una participación de la compañía.
