La futura estación intermodal de Santiago de Compostela, prevista para albergar la llegada de la alta velocidad a la capital gallega, pasará a engrosar la lista de los proyectos que el Ministerio de Fomento mete en el cajón al considerarlo como ‘obra faraónica’. El coste previsto de la infraestructura, prevista en la anterior legislatura, se aproximaba a los 35 millones de euros y llegó a licitarse el diseño, que se adjudicó el despacho de arquitectos de Juan Herreros.
Ha sido un mensaje reiterado hasta la saciedad por la ministra de Fomento, Ana Pastor, desde su llegada al Departamento: ni ‘obras faraónicas’ ni ‘estaciones de autor’. La de Santiago, diseñada para la llegada del trazado de alta velocidad a la ciudad, fue pergeñada por el equipo del antecesor de Pastor, José Blanco. En la recta final de la última legislatura del Gobierno Zapatero, Fomento licitó el diseño de la estación por cerca de 2,5 millones de euros.
Al proceso acudieron destacados estudios de arquitectura, de entre los que Adif seleccionó siete para que presentaran sus ofertas. Finalmente se impuso el estudio Herreros, aunque su proyecto no verá definitivamente la luz.
La austeridad que ha impuesto el Ministerio de Fomento en este tipo de actuaciones, especialmente los proyectos que vienen de la anterior etapa de Gobierno, no se ha visto reflejada, sin embargo, en las licitaciones e inversiones que ha llevado a cabo del Ejecutivo de Mariano Rajoy en lo referido a la red de alta velocidad.
Rectificación exprés
El último episodio en este sentido se ha vivido hace escasas fechas, cuando Ana Pastor anunciaba en la sede de CEOE que en 2015 se licitarán contratos para la red de AVE por valor de 2.400 millones de euros. Apenas unas semanas antes, durante su intervención en el Foro de Infraestructuras de KPMG, la ministra aseguraba que esta cuantía sería de 1.100 millones de euros.
Un repentino incremento del 118% detrás del que ha habido presiones desde el sector constructor, que ha visto como la gran actividad en torno al AVE ha contribuido a que las cifras de negocio en España no se vean tan afectadas con la caída generalizada en el resto de la obra pública.
El AVE se ha convertido en tema de polémica tras la publicación de un estudio de Fedea que aseguraba que ninguna de las líneas de alta velocidad operativas actualmente en España alcanzaría la rentabilidad en los próximos 50 años.
A este estudio se sumó la propuesta del partido Ciudadanos para reducir de forma notable la inversión prevista en la red para los próximos años, que supera los 10.000 millones de euros, teniendo en cuenta los tramos que aún están pendientes de las líneas que, actualmente, ya han empezado a construirse.