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Más líos para el futuro CEO de ACS: un escándalo dinamita el consejo de la filial que preside

Marcelino Fernández Verdes, presidente de Cimic, filial australiana de ACS, afronta la dimisión de una consejera tras descubrirse que ocultó una investigación abierta por un escándalo de presuntos sobornos para la consecución de un contrato en India.

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El llamado a ser futuro consejero delegado de ACS prepara desde hace tiempo la transición desde sus actuales ocupaciones en las filiales internacionales Hochtief y Cimic pero no le está resultando nada fácil. Los obstáculos se acumulan en el camino de Marcelino Fernández Verdes, que en apenas un año ha tenido que afrontar tres situaciones complicadas, relacionadas con presuntos escándalos. La última le acaba de costar el puesto a una consejera de Cimic.

El máximo órgano ejecutivo de la filial australiana de ACS ha saltado por los aires después de que medios de comunicación locales descubrieran la existencia de una investigación por un presunto caso de sobornos por parte de la compañía para lograr contratos multimillonarios en India. Las revelaciones de la prensa han tenido un efecto inmediato en el consejo de Cimic con la dimisión de Kirstin Ferguson, consejera responsable del área reputacional.

Las informaciones ponen de manifiesto que directivos de la compañía han ocultado durante los últimos cuatro años la investigación sobre un caso de presunto soborno en el que está implicada Theiss, filial minera de Cimic. De hecho, las autoridades del mercado bursátil australiano están realizando indagaciones sobre si los directivos de Cimic, anteriormente denominada Leighton, cumplieron con todas sus obligaciones de informar a los inversores sobre la existencia de una investigación en curso acerca de un presunto soborno para adjudicarse grandes contratos en India.

Las investigaciones internas podrían de manifiesto que directivos de Theiss fueron advertidos de que su socio en India estaba ofreciendo sobornos a algunos políticos del país para asegurarse la concesión de un multimillonario contrato minero, valorado en cerca de 7.000 millones de dólares.

El arresto de Dubai

Estas pesquisas permanecieron en el más absoluto de los secretos tanto por parte de Theiss como por parte de la antigua Leighton y ahora de Cimic, al contrario de lo que exige la normativa, que obliga a las empresas cotizadas a informar puntualmente a los inversores de la existencia de cualquier tipo de proceso de investigación abierto al respecto de presuntas irregularidades.

Por el momento, el asunto se ha saldado con la dimisión de Ferguson, a quien Cimic ha agradecido los servicios prestados en un breve comunicado al regulador en el que informaba de su dimisión como consejera. Era la principal responsable del área de transparencia de la firma.

El caso ha estallado en las manos de Fernández Verdes, que el pasado verano ya tuvo que afrontar la detención y encarcelamiento del hombre fuerte de la compañía en Dubai, José Antonio López-Monís, por entonces responsable de Habtoor Leighton Group, otra filial de Cimic, en circunstancias que aún permanecen sin aclarar.

Su sucesor en Cimic, en la picota

Pero ya entonces llovía sobre mojado en la filial australiana de ACS. Un antiguo empleado denunció a la empresa bajo la acusación haber falseado las cuentas engordando artificialmente los ingresos de algunos proyectos.

Las acusaciones de este antiguo trabajador de Leighton salpicaban directamente a Adolfo Valderas, quien por entonces era jefe de operaciones de Cimic y hace poco fue nombrado consejero delegado, en sustitución precisamente de Fernández Verdes, quien reducía así sus responsabilidades en la compañía pasando a ostentar sólo la presidencia. Un paso que fue entendido como el inicio de la transición hacia ACS, un relevo que no está demasiado claro.

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