Los márgenes que se embolsan las petroleras con la venta de combustibles al cliente final siguen subiendo pese a que las gasolinas llevan meses bajando.
Según los últimos datos disponibles, el margen bruto de venta de la gasolina 95 -medido como la diferencia entre el precio antes de impuestos y la cotización internacional de la materia prima- subió un 3,7% en julio y se disparó un 9,7% en agosto, hasta situarse en los 19,2 céntimos por litro.
Ese mismo mes, el precio medio de la gasolina 95 cayó, por segundo mes consecutivo, un 5,9%, hasta situarse en los 1,247 euros por litro. En julio, la caída del precio fue del 0,9%, en lo que supuso la primera bajada en seis meses.
La CNMC señala, en su informe mensual de supervisión de la distribución de carburantes de estaciones de servicio, que el polémico margen bruto “comprende todos los costes asociados a la distribución del carburante, desde su origen (refinería o puerto de importación) hasta su destino (estación de servicio), y la rentabilidad del operador mayorista y/o distribuidor minorista. Adicionalmente, incluye otros costes derivados del cumplimiento de diversas obligaciones, como son el mantenimiento de existencias mínimas de seguridad o la comercialización de biocarburantes con fines de transporte, entre otras”.
La CNMC y el ministro De Guindos han exigido a las petroleras que trasladen al cliente final la caída del petróelo en lugar de aprovechar esta brecha para "engrosar sus márgenes"
Las petroleras extraen su beneficio de este margen bruto, que no ha dejado de subir, mes tras mes, desde hace más de un año. En paralelo, los precios de las gasolinas han tardado mucho en bajar y lo han hecho de forma lenta (efecto pluma) pese a que el petróleo lleva más de un año en cotas del entorno de los 50 dólares.
Es esta situación la que han denunciado en varias ocasiones el regulador CNMC y algunos miembros del Gobierno. Fue Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, el que dio un toque de atención a las petroleras a finales de 2014, al instarles a trasladar al consumidor la caída del petróleo en lugar de destinar esta brecha a "engrosar sus márgenes".
La CNMC, por su parte, ha exigido a las compañías que presenten información económica actualizada que justifique esta subida de márgenes y demuestren que parte de éstos se destina a sus beneficios.
Pero los márgenes siguen subiendo. En el caso del gasoil, en agosto se produjo un punto de inflexión, al caer un 1,4%, frente a la subida del 2,6% que se produjo en julio.
También cayó su precio medio, que bajó en agosto, por tercer mes consecutivo, un 5,3 % (6,1 céntimos) y se sitúo en 1,097 euros el litro, tras un descenso del 3% en julio.