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Las marcas explotan contra los supermercados: "No se hace nada por evitar su oligopolio"

Las grandes marcas reiteran su punto de vista: se ven incapaces para competir en igualdad de condiciones con los supermercados e hipermercados, que han conformado un "oligopolio según la UE" y están protegidos por la ley.

  • Un surtido de marcas líderes

En la recta final de la legislatura, el lobbie de las grandes marcas Promarca echa el resto para cambiar una situación que, asegura, favorece a las grandes cadenas de súper e hipermercados en este momento (Mercadona es su gran enemigo, aunque no lo mencionan de forma expresa). La situación es injusta, aseguran, porque existe un oligopolio "reconocido por la Comisión Europea" y donde las distribuidoras "tienen la sartén por el mango". Según declaró Ignacio Larracoechea, presidente de esta organización con más de 26 años de historia: "Cuando empecé a trabajar hace tres décadas sólo había un hipermercado y el resto eran tiendas tradicionales. Antes todo el poder era de los fabricantes y ahora el poder es de las 6 ó 7 marcas de distribución. La normativa de competencia está hecha, a mi juicio, para el ambiente donde los vendedores tenían mucho poder y los compradores eran pequeños y fragmentados. La normativa quería protegerles. Pero ahora eso ha cambiado".

"La normativa de competencia está hecha para proteger al comprador frente al vendedor, pero ahora el comprador es el fuerte"

La concentración de la distribución en pocas empresas, asegura, ha producido conflictos de interés, "porque nosotros competimos con los supermercados, que son los que distribuyen nuestros productos y también los que compiten, y por la normativa están en su perfecto derecho de aplicar márgenes distintos y discriminatorios, tienen derecho a decidir nuestro espacio en los lineales... por tanto ante su competidor que somos nosotros tienen muchísima ventaja". Según aseguró, "no se trata de una relación entre dos particulares, sino que al ser estos distribuidores más del 50% del mercado, tiene efectos sobre la competencia".

En unas jornadas organizadas por Esade y por la propia Promarca, el directivo comparó la situación actual con un espionaje industrial: "Por ejemplo ellos tienen información sobre nuestros productos e innovaciones que nosotros, si nos las pasáramos entre fabricantes, seríamos multados". Esta es una de las acusaciones habituales de las marcas del fabricante: que la marca blanca les roba las ideas. Desde los distribuidores se percibe de otra manera: "Nosotros no robamos ideas, tan sólo captamos y seguimos tendencias".

Para Larracoechea, la palabra oligopolio define muy bien a los grandes distribuidores en España, aunque esta palabra "no es mía sino que la ha utilizado el presidente de la Comisión Europea" referido a la crisis de la leche. El ejecutivo vasco se confesó "frustrado" por el desinterés de las autoridades por modificar la ley que presuntamente les perjudica.

"Se destruye tejido industrial"

El defensor de las marcas líderes no fue el único en mantener la tesis del superpoder de los distribuidores pues coincidió prácticamente con Eduardo Baamonde, director general de Cooperativas Agroalimentarias. Según este portavoz, "cuando las leyes de competencia nacieron lo hicieron porque el que ofrecía un producto abusaba y tiraba al alza. Ahora, un siglo después estás mismas leyes parecen no querer actuar cuando el abuso de poder conduce a bajadas de precios, ya que el consumidor se ve beneficiado a corto pero a su vez se está destruyendo el tejido industrial y eso puede provocar una reducción de la oferta que acabe elevando los precios".

Competencia y el Ministerio negaron que vayan a indicar qué productos hay que poner en los lineales, aunque sí que "hay que regular desde abajo"

Sin embargo, la lucha que Promarca realiza en estos últimos meses, como es conseguir que en el futuro 'código de buenas prácticas' del sector alimentario se incluya algún tipo de referencia a la necesidad de incluir innovaciones (lo que en principio favorecería a los fabricantes) parece cada vez más baldía, toda vez que el propio responsable de Promoción de la Competencia de la CNMC, Antonio Maudes, rechazó que la función de la administración sea "decidir qué productos deben estar en el lineal". El código de buenas prácticas que debían firmar 'de forma voluntaria' todos los miembros de la cadena alimentaria se ha quedado encasquillado debido a que marcas y distribuidores no se ponían de acuerdo en el tema de las innovaciones. Competencia tenía que emitir un informe, que está a punto de salir a la luz, pero ya ha dejado claro que no cederá a las peticiones de Promarca.

El reciente caso de la leche ha sido un ejemplo de cómo se pretenderá regular para quitar ese control omnímodo que presuntamente tienen los distribuidores en las negociaciones. El secretario general de Alimentación y Agricultura, Carlos Cabanas, se refirió repetidamente a este caso, donde se ha tenido que 'obligar' a los supermercados a cambiar sus puntos de vista. Para el político del Ministerio, "al calcular los precios hay que calcular desde abajo hasta arriba y no desde arriba hasta abajo".

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