La Sareb no sólo sacará del balance de la banca rescatada su empacho de ladrillo. También se hará cargo de los impagos que el sector financiero ha venido acumulando, en los últimos meses, de diferentes tasas e impuestos generados por los pisos provenientes de los desahucios, según confirman a Vozpópuli fuentes gubernamentales.
"Algunas entidades ya han confirmado que no se harán cargo de estas deudas, que traspasarán al banco malo, aduciendo que la Sareb, como nuevo dueño, tendrá que abonar todos estos gastos que generan los inmuebles", explican estas mismas fuentes.
La banca española, principalmente las antiguas cajas, adeuda 256 millones a comunidades de propietarios por impago de las cuotas vecinales de las viviendas que ha venido embargando desde el inicio de la crisis, según un estudio del Consejo General del Colegio de Administradores de Fincas de España. A esa cantidad se suma la falta de pago por parte de las entidades de algunos impuestos anuales municipales como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o, en determinadas autonomías, las tasas de basura.
Esa cifra de 256 millones no reconoce la verdad morosidad de la banca con las comunidades de propietarios sino que está calculada en función de lo que podrían recuperar las asociaciones vecinales con los plazos que contempla la actual normativa. Según la ley, sólo se pueden reclamar a los propietarios de una vivienda las cuotas impagadas de los últimos 24 meses. El Colegio de Administradores trabaja para intentar cambiar la ley y que se aumenten el número de cuotas impagadas a devolver.
El Consejo del colegio de Administradores trabaja para que se cambie la ley y se aumente el número de cuotas impagadas a devolver
"Hay muchos pisos que los bancos embargaron en 2008 y 2009 y, desde entonces, no se pagan las cuotas", explican desde el colectivo de admnistradores. "La deuda que viene contrayendo la banca", continúan, "con muchas comunidades vecinales en donde ha embargado pisos está castigando a los vecinos porque éstos tienen que hacerse cargo de las cuotas".
"Además, la situación es especialmente grave en aquellas urbanizaciones nuevas donde apenas se han vendido un número limitado de viviendas. Los pocos inquilinos tienen que pagar por aquellas viviendas que no están vendidas para que se puedan poner en marcha y mantener los servicios", corroboran desde el Colegio de Administradores.
Asimismo, señalan que ello puede derivar en un deterioro del edificio en el caso de que el resto de vecinos no pueda asumir el coste de los recibos que dejan de abonar, además de generar "malestar entre los propietarios".
Por todo, el Consejo de Colegios de Administradores de Fincas ha remitido una carta al presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), Miguel Martín, para trasladarle su "preocupación" ante estos incumplimientos de pagos y la "urgente necesidad" de adoptar todas las medidas que estén a su alcance para dar solución al problema.