Las 230 tarjetas black de Caja Madrid y Bankia pueden no ser las únicas. Es la conclusión del Banco de España que asegura que "existe la posibilidad de que el inventario no recoja todas las tarjetas emitidas" y que apunta que los números y secuencias de las tarjetas son correlativos pero que, entre las que se han enviado al regulador, hay "excepciones" en las series. Según denuncian los peritos del regulador, se pueden estar ocultando no sólo tarjetas en general sino gastos concretos en particular.
"Los movimientos facilitados no recogen la integridad de los gastos incurridos", denuncia el regulador, que asegura que no se ha recuperado ni la información previa a 2003 ni los movimientos de febrero de 2009" y plantea que puede haberse esquivado el facilitar información de algunos consejeros concretos al asegurar que "hay 18 tarjetas sin movimientos, emitidas a favor de usuarios que sí hicieron uso de otras, lo que plantea la duda de si no se activaron o no se pudo recuperar sus movimientos".
Nueve voluntades de ocultación
La voluntad de ocultación de la existencia de esas tarjetas y sus gastos asociados es clara y la motivación para hacerlo también, teniendo en cuenta el escándalo producido al conocerse los hechos" concluye el Banco de España, que asegura que no se produjo un ocultamiento sino nueve al no declarar la existencia de esas tarjetas en las nueve ocasiones en que se debería haber hecho, a saber:
- a la Administración Tributaria, pues no consta que estas retribuciones se declararan, ni se practicaran retenciones, ni se tributara por ellas
- a la auditoría interna, que al parecer no conoció el asunto hasta junio de 2014
- a la auditoría externa, en cuyos papeles de trabajo no constan los gastos
- al experto independiente de la firma Garrigues que a finales de 2011 elaboró un informe sobre remuneraciones por encargo del BdE
- ni se mencionó en los folletos de salida a bolsa, ni en las memorias anuales, ni en los informes de Gobierno Corporativo, ni se informó a la comisión de nombramientos y retribuciones ni se publicó lo que requería la Circular 4/2011 del Banco de España
El regulador llega a distinguir claramente entre unos y otros comportamientos asegurando que "no ha sido equivalente ni siquiera parecido tanto en lo que se refiere a la cuantía de sus gastos como a su naturaleza" y así concluye con dos ejemplos extremos de comportamiento: "Don Virgilio Zapatero devolvió por iniciativa propia 11.212€ en 24/05/202, mientras que don Matías Amat cesó como director de participadas en 16/06/11 pero siguió usando la tarjeta hasta octubre, incurriendo en un gasto adicional de 15.876€".