ArcelorMittal, Sidenor, Fertiberia, Ferroatlantica o Asturiana del Zinc son algunos de los gigantes industriales que han decidido parar su producción por los altos precios de la luz. " El actual nivel de precios hace inviable la continuidad de algunas empresas", comentan desde las empresas a Vozpópuli. Su elevada factura eléctrica castiga su competitividad y corre el riesgo de que muchas fábricas vuelen a vecinos europeos como Francia o Alemania.
La Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE) y la La Alianza por la Competitividad de la Industria Española se sentaron el pasado jueves con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y con la ministra de Industria, Reyes Maroto, para transmitirle este riesgo de deslocalización de empresas con estos precios eléctricos.
Sus datos, que han compartido con este medio, muestra que, a principios de este mes de octubre, el diferencial de los precios eléctricos finales de la industria electrointensiva española con los de nuestros principales competidores europeos, alemanes y franceses, alcanzaba ya los 38 y 74 euros/MWh, respectivamente. Es decir, la industria española paga un 150% más que en Francia y un 46% más que en Alemania. En 2019, antes de la pandemia, esta diferencia se situaba entre 20 y 25 euros /MWh.
Las empresas asociadas en AEGE, como Acerinox, Celsa o Ercros, con contratos bilaterales firmados con las empresas eléctricas dominantes, como Iberdrola, Endesa o Naturgy, están siendo presionadas por éstas para resolver los contratos existentes a precio fijo, o bien revisarlos al alza.
Los contratos de energía a largo plazo firmados por las industrias, los famosos PPAs (herramientas para la cobertura del riesgo ante la volatilidad del precio eléctrico del mercado mayorista), están viéndose amenazados por la situación actual. "Ante la escalada de precios que estamos sufriendo en los últimos meses, los industriales estamos viéndonos desprotegidos, ya que las medidas recogidas en el RDL 17/2021 están pensadas, principalmente, para dar protección a los consumidores domésticos", explican desde AEGE.
La industria reclama al Gobierno
Los grandes consumidores de electricidad aprovecharon la reunión con Ribera y Maroto para pedir que se garantice el cumplimiento de estos contratos bilaterales firmados a precio fijo con los consumidores industriales finales, con independencia del origen del contrato (la contraparte).
En este sentido, reclaman que la subasta de energía de tecnologías inframarginales no emisoras, la energía nuclear o hidroeléctrica, deben diseñarse de forma que permita a todos los consumidores industriales electrointensivos poder acceder al resultado de esas subastas y lograr un precio competitivo para 2022.
"Ese debe ser el objetivo de la medida", apuntan desde AEGE. "Nuestro objetivo es, como lo ha sido siempre, lograr una energía eléctrica competitiva, estable y predecible que haga realidad la reindustrialización de España a la par que avanzamos en la descarbonización de nuestra economía, con la que estamos firmemente comprometidos", añaden.
Alerta en la descarbonización
La reunión sirvió para que se trasladase su urgencia al Gobierno. En concreto, la industria necesita que se revise el mercado eléctrico y su normativa de fijación de precio marginalista, tan influenciada por los precios de gas y de los derechos de emisión. "El mercado eléctrico está dando señales contrarias al objetivo de descarbonización y de electrificación de la economía", consideran desde el sector.
Los precios eléctricos están poniendo en jaque la superviviencia de la industria electrointensiva, en un año que debería ser de recuperación de la actividad. La industria electrointensiva española pagará este año un sobrecoste del suministro eléctrico de más de 1.500 millones de euros, en comparación con lo que pagan sus principales competidores europeos.
"Nuestra singular característica de extrema sensibilidad al precio eléctrico, con costes eléctricos de hasta el 60% sobre los totales, está llevando a algunas empresas a parar su actividad o reducir su producción. El actual nivel de precios hace inviable la continuidad de algunas empresas, más cuando los futuros eléctricos indican que se mantendrán los dos próximos años", concluyen desde AEGE.