El primer ministro luxemburgués y presidente del eurogrupo, Jean Claude Juncker, responsabilizó a Alemania en parte del agravamiento de la crisis y dijo que algunos de sus políticos tratan a la zona del euro como si fuera "una filial".
"¿Por que Alemania se permite permanentemente hacer política interna en torno al euro? ¿Por qué trata la eurozona como una filial?", se preguntó Juncker en una entrevista que publica hoy el "Süddeutsche Zeitung".
Juncker criticó, sin nombrarlos, a algunos políticos germanos que han empezado a hablar públicamente de una salida de Grecia del euro. "En Alemania se insiste en que hay que esperar el informe de la troika (el BCE, el FMI y la Comisión Europea) pero a la vez se empieza a explicar lo que debe estar en éste", dijo Juncker.
Entre esos políticos destaca el ministro de Economía y vicecanciller Philipp Rösler quien ha dicho en varias ocasiones que una eventual salida de Grecia del euro es algo que ya no asusta a nadie.
"No mencionaré ningún nombre, pero hay que tener más cuidado con lo que se dice", dijo Juncker cuando se le insinuó si estaba hablando de algún miembro del gobierno.
Juncker dijo que una salida de Grecia del euro no resolvería la crisis sino que afectaría a la reputación de los países de la zona del euro en todo el mundo y traería consecuencias muy graves.
Por otra parte, Juncker lamentó que con la crisis hayan salido a flote viejos resentimientos nacionales que se creían superados.
"Una moneda común no admite un exceso de reflejos de tinte nacionalista. No hay que exagerar con las sensibilidades nacionales. La crisis del euro ha mostrado que la integración europea todavía es muy frágil. Hay resentimientos nacionales que vuelven a salir a flote", dijo Juncker.
Juncker dijo que nunca se hubiera imaginado la manera como se habla de Grecia en los medios alemanes ni tampoco la reacción griega, utilizando símbolos nazis para caracterizar a Alemania.