Si usted vive en Madrid, Barcelona o cualquier otra ciudad que sufra las consecuencias de la masificación, habrá comprobado que salir a cenar es ya misión imposible si no cuenta con una reserva con días de antelación, y que los camareros trabajan sin descanso. España está viviendo una época de bonanza en el consumo, hasta unos niveles que resultan insostenibles en ocasiones. Aparte de las consecuencias para los vecinos de las ciudades, uno de los aspectos negativos es la falta de profesionales del sector que permitan que la oferta se adapte a la demanda.
Tal y como ha podido saber Vozpópuli, en algunos puntos, el volumen de trabajo es tan alto que los encargados de bares y restaurantes se han visto en la obligación de realizar 'auto-reservas'. Es decir, ante la falta de manos, los locales bloquean mesas falsamente, de manera que no puedan ser ocupadas por clientes, haciéndoles creer que están reservadas cuando en realidad nunca van a ser ocupadas. "Esto, efectivamente, está ocurriendo en algunos puntos donde la alta demanda que no se puede atender empieza a ser algo problemático", confirma a Vozpópuli Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España.
La técnica consiste en manipular las plataformas de reserva para que aparezca como 'No disponible' un cierto número de mesas, impidiendo así que haya más clientes que los que los trabajadores puedan asumir. Esto, por supuesto, complica las cosas todavía más para los clientes, a los que les cuesta encontrar sitio donde cenar.
Esta situación ocurre principalmente en grandes ciudades muy masificadas y en ciudades donde la estacionalidad es especialmente fuerte, como Málaga, Cádiz o las Baleares, según confirma Gallego. También están detectando problemas en las zonas más envejecidas, donde ya queda poca población en edad de trabajar. "Por desgracia, esta es la situación que estamos viviendo desde hace tiempo en España, de auge de consumo que no se ve suplido por llegada de trabajadores especializados. Es un problema que necesita de soluciones reales", señala el representante de Hostelería de España.
Las causas de la falta de camareros...
La falta de mano de obra se explica por varios motivos. Por un lado, Gallego denuncia una falta de políticas por parte de las Administraciones Públicas, tanto políticas activas, que incluyen la formación o la orientación laboral, como políticas pasivas, en las que se incluyen los subsidios de los trabajadores si se quedan desempleados. "No funcionan correctamente, y el panorama que se presenta es muy complicado", denuncia en este sentido el experto en conversaciones con este periódico, que además reivindica la necesidad de facilitar la movilidad geográfica.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que para los propios empresarios del sector contratar personal supone un gasto cada vez mayor, que les obliga a tratar de reducirlo al máximo. "En este primer semestre de año, los costes salariales en la restauración han subido un 12,2%; en el conjunto de la economía los costes han aumentado un 7%. A ello hay que sumarle que la inflación de los alimentos a nosotros nos afecta especialmente. Por ello, en muchos casos los encargados tienen que renunciar a aumentar plantilla".
Y como está ocurriendo en muchos otros sectores, no hay suficientes jóvenes que se quieran dedicar a ser camareros o cocineros. Un aspecto curioso, "al que poco gente presta atención", es el plan universitario actual, que impide que los jóvenes puedan dedicarse en verano a trabajar en el sector de la restauración. "Parece una tontería, pero ya sólo les podemos contratar en agosto. Ahora tienen menos tiempo de vacaciones, con exámenes hasta en julio y empezando las clases muy al principio de septiembre, por lo que nuestras oportunidades de contratarles en época alta se ven muy reducidas"
... y las consecuencias
En este contexto, los bares y los restaurantes se ven en la obligación de tomar ciertas medidas. Una de ellas es la ya comentada tendencia de realizar 'reservas falsas' para impedir que lleguen más clientes. Pero no es la única consecuencia de la falta de camareros.
Según explican desde Hostelería de España, algunos han optado por racionalizar los horarios, cerrando algunas horas específicas. Otros por implementar la oferta de autoservicio, para que se necesiten menos manos trabajando. Y otros incluso han apostado por retirar la posibilidad de reservar, de manera que solo se puede comer si se va allí directamente y lo gestionan en el mismo según la saturación que tengan.