Economía

Fedea alerta: la pensión de los nuevos jubilados es un 23% más alta que el salario más frecuente en España

Ángel de la Fuente, director de Fedea, advierte de que "cuando los jubilados cobran más que los trabajadores en activo es peligroso"

  • Imagen de dos pensionistas en una céntrica calle

El director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel De la Fuente, ha alertado de que la indexación de las pensiones a la inflación está acercando "peligrosamente" la pensión media al salario medio; y ha alertado de que "cuando los jubilados cobran más que los trabajadores en activo es peligroso". Además, apunta fundamentalmente a los nuevos jubilados del Régimen General, que entran con pensiones que ya superan el salario más frecuente en España. 

Según sus cálculos, la pensión de los nuevos jubilados es ya un 23,4% más alta que el salario neto más frecuente en España (una vez deducidas las cotizaciones de los trabajadores). Con datos hasta 2023, el salario más frecuente se ubica en los 1.430 euros, mientras que los nuevos jubilados entraron en enero con una pensión media de 1.765 euros, destaca De la Fuente. Esta pensión media también representa un 84,8% del salario medio y un 102,4% del salario mediano. 

En cuanto a la pensión media total, de todas las prestaciones por jubilación vigentes en el Régimen General, el experto calcula que superan en un 7,3% el salario más frecuente y están ligeramente por debajo del salario medio (un 26% por debajo) y del salario mediano (sólo un 11% por debajo). Además, las pensiones, crecientes también en número por el envejecimiento poblacional, seguirán registrando subidas significativamente superiores a los años prepandemia por la inflación. 

Nueva subida de las pensiones en enero

El avance del Índice de Precios de Consumo (IPC) de noviembre permite anticipar que las pensiones contributivas y de clases pasivas, más de diez millones de prestaciones, se revalorizarán un 2,8% en enero de 2025como había previsto el Gobierno. La consecuencia es que la pensión máxima superará los 45.000 euros anuales (unos 3.266 euros al mes) y la pensión media contributiva, los 18.000 euros (unos 1.300 euros al mes).

La pensión media de jubilación, que en 2024 habrá superado la barrera de los 20.000 euros anuales, rozará los 1.500 euros mensuales y superará los 20.700 euros anuales. Las mínimas (algo más de 2 millones), el complemento para la reducción de la brecha de género (del que se benefician alrededor de un millón), y el casi medio millón de pensiones no contributivas (aquellas que perciben los jubilados o en situación de invalidez que no han cotizado lo suficiente) subirán más del 2,8%, como en años anteriores.

El gasto público en pensiones ya supera los 200.000 millones de euros anuales, tras aumentar en unos 50.000 millones en los últimos cinco años, como consecuencia de la reforma impulsada por el exministro José Luis Escrivá, ahora gobernador del Banco de España. La revalorización que aplicará la Seguridad Social en todas las pensiones en enero de 2025 elevará la factura en otros 7.200 millones, según cálculos del propio Gobierno.

Suponen uno de cada tres euros de gasto público

En todo caso, el gasto crecerá en 2025 por encima de los 7.200 millones estimados por el Gobierno como consecuencia de la revalorización de 2025 que aprobará el Gobierno. Se calcula que aumentará en unos 12.000 millones por otros factores, como la mayor esperanza de vida, la jubilación de los babyboomers, o el hecho de que los nuevos pensionistas entren al sistema con prestaciones más altas que los que salen (lo que se conoce como ‘efecto sustitución’).

Los últimos datos publicados por la IGAE, referentes al año 2023, reflejan que el gasto en pensiones suponen un 33% de todo el gasto de las administraciones públicas, uno de cada tres euros. Salvo que se adopten medidas adicionales, la deuda de la Seguridad Social está condenada a seguir creciendo (en noviembre previsiblemente marcará un record de 126.000 millones tras el préstamo del Estado para pagar la 'extra' de Navidad). 

A esto se suman las transferencias que realiza el Estado para financiar parte del gasto, que a su vez financia vía impuestos o deuda pública, pues los ingresos vía cotizaciones sociales sólo cubren alrededor de un 70% del gasto en pensiones. En 2023 el sistema sufría un déficit del 0,6%, que aumentaría al 3,8% si no se hubieran tenido en cuenta los ingresos del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) ni las transferencias del Estado, según los cálculos de Miguel Ángel García, investigador de Fedea. 

A través de las cotizaciones al Mecanismo de Equidad Intergeneracional lanzado con la última reforma de pensiones, el Gobierno pretende recuperar el Fondo de Reserva, conocido popularmente como 'hucha de las pensiones'. Tras años de sequía, ya acumula cerca de 10.000 millones de euros, pero esos ingresos se plantean como un ahorro a futuro y no estarán disponibles hasta 2032. 

Fedea ha planteado una indexación parcial de las pensiones con la inflación, que las pensiones más altas se 'sacrifiquen' parcialmente a lo largo de los años con una pérdida de poder adquisitivo que ayude a reducir el gasto en pensiones y a asegurar la sostenibilidad del sistema. También propone la indexación de la edad de jubilación a la esperanza de vida, eliminar la opción de quitar los peores meses de la vida laboral para calcular la pensión, y un recargo sobre la tarifa estatal del IRPF para aumentar los ingresos.

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