El pasado ejercicio se registraron muchas sicavs nuevas. Según datos de la CNMV a cierre del tercer trimestre, el saldo favorable era de 60. Vozpópuli ya informó que el registro de estas sociedades en el pasado ejercicio volvía a repuntar con fuerza, aunque de esa cifra hay que restar las viejas que se estaban liquidando. Conforme las estadísticas del regulador, las que más han crecido tanto en número como en patrimonio global son las pequeñas, es decir, las que menos dinero tienen por unidad.
Queda claro ‘ricos de verdad’, como decía Emilio Botín, no hay tantos en España, aunque sí un importante número de personas con un patrimonio respetable.
En número de sociedades, las que más repuntaron en el ejercicio fueron las que tienen un capital comprendido entre 4,8 y 5,3 millones de euros, con un crecimiento del 24,8%, de 161 a 201. En cuanto a patrimonio, las que más captaron fueron las mismas, con un 25,05%, es decir, de 819 a 1.025 millones de euros. La CNMV sitúa como techo en sus estadísticas las que tienen má de 89,9 millones.
Sociología
Una lectura sociológica de esas cifras permite deducir que ya apenas hay enormes sicavs de ultra millonarios protagonistas de la lista Forbes, como ocurría antaño, y que, sin embargo, sigue creciendo mucho el número de sociedades de pequeño y mediano tamaño, debido a cuestiones como la amnistía fiscal y la obligación de declarar bienes en el extranjero, que ha repatriado mucho dinero, así como el menor temor a la salida del euro de España.
Asimismo, la finalización de la guerra del pasivo, impuesta por el Banco de España, ha causado que muchos clientes hayan salido de depósitos buscando inversión directa o la capacidad de negociación y localización de extra tipos por parte de la sicav, que tiene naturaleza societaria y, por tanto, queda fuera de la sugerencia obligatoria del Banco de España de no facilitar depósitos excesivamente remunerados a los clientes físicos.
No falta quien critica este uso de estos vehículos financieros, insistiendo en que se crearon para grandes fortunas o para aglutinar a un número alto de inversores en cada una, pero no para aflorar cientos y cientos de ‘mini sicavs’. Sin embargo, conviene recordar que una sociedad de inversión no tiene ninguna ventaja fiscal en comparación con un fondo ordinario.
De la Bolsa
Las sociedades más grandes fueron aquellas procedentes de las grandes salidas a Bolsa, muchas de las cuales ya se han disuelto. Eran las de Amancio Ortega y la OPV de Inditex, las de Jesús Polanco y Prisa, Manuel Jove y Fadesa... Otras continúan, como las de la familia Del Pino y Ferrovial o la de Alicia Koplowitz, que obtuvo muchos cientos de millones de euros tras la venta de su paquete en FCC a su hermana. La mayor es Torrenova de Inversiones, con el patrimonio personal de la familia March, pero en la que puede invertir cualquiera por poco dinero. Es la única que supera los 1.000 millones de euros, una cota antes alcanzada con holgura por Koplowitz, los del Pino, Ortega…
Las sicav con rango más alto, es decir, más de 89,9 millones de euros son ‘sólo’ 21. A finales de 2012 eran 18. Con más de 60 millones hay 16, desde 14 9 meses antes y con más de 30 millones hay 62, frente las 58 previas. El rango en el que hay más dinero es el comprendido entre 6 y 17,9 millones, con más de 7.000 millones.
A pesar de que se hayan registrado nuevas sicav, también ha habido un proceso de liquidaciones importante. De hecho, si no es por los motivos citados anteriormente, el número total iba en declive y el pasado ejercicio se descendió de la cota de las 3.000. Ahora mismo, está de nuevo por encima, 3.039, cifra que supera con creces a la de los fondos de inversión, con 2.084.
También resulta curioso ver cómo, mientras el patrimonio en fondos repunta con claridad (casi un 20%), la cifra de instituciones registradas desciende. Más de 120 fondos de inversión fueron liquidados, lo que prueba que las gestoras están optimizando su catálogo, básicamente para ajustar costes.
Muchos garantizados que han ido venciendo se han agrupado en una solo institución y se han fusionado numerosos fondos de bolsa en un único instrumento. Así, las promotoras se ahorran costes de auditoría, de cotización así como todos los administrativos, derivados del cálculo del valor liquidativo, información al partícipe, etcétera. Es de suponer que esta tendencia continuará. No será raro ver a los fondos de inversión por debajo de los 2.000, mientras sin duda, la cifra de sicavs aumentará.
