Feijóo ha decidido romper del todo con el PP que dirigía Pablo Casado y eso incluye no vender la sede del partido en Génova 13. Se trata de un movimiento político que ha sorprendido mucho en el sector inmobiliario, pues consideran que se trata de "un activo muy atractivo", reconocen las fuentes consultadas.
El inmueble, situado apenas a unos metros del Paseo de la Castellana y de la Audiencia Nacional, se prometía como una de las operaciones del año, a pesar de la reticencia de algunos compradores españoles a entrar en este edificio, con tanta connotación política.
El edificio arrastra el estigma de haber estado en el ojo del huracán de investigaciones contra el partido por financiación irregular: de ser el símbolo de las luces y miserias del centro-derecha de la democracia. La Audiencia Nacional, de hecho, investiga la financiación de la reforma del propio edificio.
No obstante, dejando a un margen toda polémica, el número 13 de la calle Génova es un activo con mucho potencial, sobre todo para fondos extranjeros o patrimonialistas que sólo ven el inmueble como una inversión. La que seguirá siendo sede del PP está valorada entre 35 y 50 millones de euros, por las tasadoras más importantes de este país.
Se trata de un edificio construido en 1974 y rehabilitado en 2013, propiedad del Partido Popular con una superficie de 6.800 metros cuadrados distribuidos en nueve plantas. Y por si fuera poco, el inmueble tiene licencia para uso residencial en Madrid, lo que podría aumentar aún más su precio. Por este motivo, su venta habría sido un alivio para la deuda del partido, que supera los 45 millones de euros, a cierre del ejercicio 2019.
La venta de Génova que comenzó Casado
Casado anunció su intención de sacar al PP de Génova 13 en febrero, tras los malos resultados del partido en las elecciones catalanas. Días después, dos de las mayores empresas inmobiliarias de España aseguraban a este medio que no pujarían por entrar en un concurso con una exposición mediática que no les interesaba.
"Significa entrar en política", decía uno de estos empresarios. "Ni de coña", afirmaba otro. "En este tipo de proceso de venta puede haber oferentes que pierdan la cabeza", añadía un tercero. Fuentes del mercado recordaban el factor reputacional de que la Audiencia Nacional investigue la financiación de la reforma del edificio en 2013.
En mayo, y tras la victoria de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, un importante empresario nacional respondía a este medio: "Todo apunta a que el proceso de adjudicación será limpio y organizado".