Nuevo pico en la compra de viviendas en la Comunidad de Madrid por parte de extranjeros que no residen en España. El período abril-junio de este año se saldó con el mayor volumen de transacciones firmadas por foráneos con domicilio fiscal fuera del país en la serie histórica que contabiliza la Subdirección General de Estudios Económicos y Estadísticas del ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Un registro según el cual Madrid acogió ya en el primer trimestre el mayor número, en términos absolutos, de operaciones de compraventa de vivienda por un importe millonario -alrededor de medio millar- y cerró la primera mitad del año con el mayor nivel de precios de la historia.
Durante el segundo trimestre de este 2024 se produjeron en la capital y sus alrededores 314 transacciones en las cuales el comprador era una persona no residente en España, un tipo de operación con un importe medio que rondaría los 850.000 euros y se concentraría en el centro y norte de la capital, atendiendo a fuentes del mercado. El máximo histórico anterior se había dado en el primer trimestre de 2023, con una cifra que se ha revisado al alza también hasta las 259 operaciones.
Los datos sugieren un crecimiento sostenido respecto a lo que sucedía antes de la pandemia: por ejemplo, en el segundo trimestre de 2019 se produjeron solo 138 operaciones de este tipo. Ni que hablar del ciclo pasado: entre abril y junio de 2007 apenas se llegaron a consumar nueve transacciones de vivienda en favor de extranjeros no residentes en la capital y sus alrededores.
Fortunas extranjeras y un mercado con creciente brecha
El extranjero no residente en España que compra en Madrid responde a una tipología de cliente que agencias inmobiliarias consultadas por este medio atribuyen a grandes fortunas y family offices extranjeros, en especial, procedentes de puntos de América como México, Colombia, Venezuela, Estados Unidos o Argentina.
Se trata de compradores que pagan hasta un 60% más que el cliente nacional y que ven en la vivienda un lugar donde alojarse esporádicamente en España con la alternativa habitual de su puesta en valor como inversión patrimonialista -eventualmente previa rehabilitación. Son, además, casas o pisos que suelen estar mediadas por un importe de traspaso que puede superar con claridad el millón de euros. Chamberí, Chamartín y Retiro se han sumado en los últimos años como destinos habituales a Salamanca.
Lo anterior se da en paralelo a la tendencia de Madrid a consolidarse como un destino con garantías para inversores internacionales ante la posible retirada de las Golden Visa por parte del Gobierno. Y ello, tanto en términos de seguridad jurídica para la posible comercialización de las viviendas -las actuales autoridades se han comprometido a no intervenir los precios de los pisos en renta, como plantea la Ley de Vivienda estatal- como económicos en el mercado inmobiliario ante la brecha entre oferta y demanda que desde las administraciones se proyecta para la región hasta 2040.
Madrid se está consolidando como un destino con garantías para inversores internacionales. Y ello, tanto en términos de seguridad jurídica -las actuales autoridades se han comprometido a no intervenir los precios en el mercado, como plantea la Ley de Vivienda estatal- como económicos ante la brecha entre oferta y demanda que desde las administraciones se proyecta para la región hasta 2040
Ya el segundo trimestre de 2024 se saldó con el metro cuadrado transaccionado más elevado de la historia, con un promedio de 317.531 euros por vivienda traspasada. Alrededor del 10% de las operaciones fueron efectuadas por extranjeros -que en el pasado ciclo eran casi inexistentes- y, el grueso, residentes. Ello sin perjuicio de que los no residentes habrían tenido un peso a considerar sobre el medio millar de viviendas aproximadamente que se vendieron por más de un millón de euros.
La posición estratégica de la capital como puerta de entrada a Europa para fortunas latinoamericanas desde países con gobiernos intervencionistas así como la relativa estabilidad en la relación entre el dólar y el euro desde la pandemia han impulsado una creciente demanda por parte de inversores con patrimonio en dólares. Y es que, en el actual contexto, la capital de España es hasta un 50% más barata que otros destinos habituales de la inversión inmobiliaria americana, como Miami, y hasta un tercio más barata que destinos preferentes de Estados Unidos, como Nueva York.