El organismo ha apuntado que el mantenimiento de la tasa interanual del IPC se ha debido a la estabilidad de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la subida que experimentaron en julio de 2016.
También influyeron los carburantes (gasoil y gasolina), cuyos precios han bajado menos este mes que en julio de 2016.
El IPC interanual arrancó el año en el 3%, su tasa más alta desde octubre de 2012. En febrero se repitió el mismo porcentaje, pero en marzo, por primera vez en siete meses, la inflación recortó su tasa interanual hasta el 2,3%.
En abril el IPC volvió a subir, hasta el 2,6%, y en mayo cayó hasta el 1,9%. En junio volvió a bajar, hasta el 1,5%, y en julio se ha repetido esta tasa, que significa que la cesta de la compra es hoy un 1,5% más cara que hace un año.
La de julio es la undécima tasa positiva que encadena el IPC interanual tras ocho meses en negativo.
En el séptimo mes del año, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) elevó una décima su tasa interanual, hasta el 1,7%.
En términos mensuales, el IPC bajó un 0,7% en julio, el mismo descenso que en julio de 2016.