El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha asegurado este martes que, a pesar de la incertidumbre global, la economía española puede crecer en los tres primeros meses del año por encima del 0,8 % y "salvo debacle" puede avanzar "perfectamente" el 3 % en el conjunto del año. La economía española ha entrado a una velocidad de crucero del 3 % en 2016 y "nada hace indicar" que el primer trimestre de este año vaya a ser peor que lo que fue el cuarto trimestre del año pasado, cuando el PIB avanzó el 0,8 %, ha explicado De Guindos.
Por eso, en declaraciones a los medios, el titular de Economía ha insistido en que la economía española se sigue comportando "bien" y aunque la ausencia de un Gobierno con plenas funciones siempre es un factor de incertidumbre, no se constata "ningún efecto" en los indicadores reales. No obstante, ha reconocido que sí puede haber afectado en indicadores cualitativos que miden el sentimiento económico, como la confianza de los consumidores, aunque aún así ha insistido en que si el próximo Ejecutivo no revierte las reformas, la economía española puede crecer este año "perfectamente" el 3 %.
Estar sin un Gobierno en plenas funciones "no es la situación ideal" desde el punto de vista de tener certidumbre, llevar a cabo inversiones o conocer cuál va a ser la agenda política económica, ha admitido, pero "la inercia de la economía española es de una economía fuerte", ha indicado. Al fin y al cabo, ha reivindicado, es "la que más crece de las grandes economías de la zona euro" y "va a ser muy difícil, salvo debacle" que en este año España no crezca por encima del 3 %. Las exportaciones se están comportando bien y, a diferencia de lo que pasa en Europa, la producción industrial aumentó en diciembre y el indicador adelantado de la OCDE demuestra que "el crecimiento de la economía española sigue siendo fuerte".
La situación es completamente diferente a la que España tenía hace 3, 4 o 5 años, ya que ahora, por ejemplo, "nuestro sistema bancario no genera dudas"
La situación es completamente diferente a la que España tenía hace 3, 4 o 5 años, ya que ahora, por ejemplo, "nuestro sistema bancario no genera dudas", algo que contrasta con la situación de otros países. "Hicimos una reforma bancaria, incrementamos las provisiones, reestructuramos, ampliamos capital, creamos un banco malo, y eso es un factor muy positivo" para nuestro sistema y el conjunto de la economía, ha resumido De Guindos. Si se mira la evolución de la bolsa española y la prima de riesgo española, "no hay un comportamiento diferencial" con el del resto de las principales plazas mundiales, a pesar de que no se haya constituido un nuevo Ejecutivo tras las elecciones generales.
Lo que sucede en el mundo es una "aversión al riesgo", que se traduce en un mes con caídas importantes en los mercados ante el incremento de la volatilidad y la percepción por parte de los inversores de que hay una desaceleración económica en el mundo. En un primer momento, ese frenazo económico estaba muy ligado a los países emergentes, ha recordado De Guindos, pero ahora las dudas se extienden a los países desarrollados, con los tipos de interés en mínimos y un margen de maniobra de la política monetaria "muy reducido".
Esto hace pensar en que la posibilidad de adoptar nuevas políticas de estímulo económico es relativamente reducida, lo que, unido a la evolución de los precios del petróleo y las dudas sobre los sistemas financieros de una serie de países, provoca ventas por parte de los inversores. De Guindos cree que estos movimientos "hay que tenerlos en consideración", pero advierte de que los mercados sobrerreaccionan y en la economía mundial, aunque ha entrado en cierta desaceleración, los países emergentes siguen creciendo y los datos de las economías avanzadas, EEUU y Europa, no indican que vaya a haber una recesión.