Ángela Merkel ha recordado la "solidaridad" que ha mostrado Alemania a nivel financiero, que debe ser correspondida con la "responsabilidad nacional" de los países con problemas, y que "solidaridad y condicionalidad son las dos caras de una misma moneda". La canciller ha sacado pecho sobre el rescate de España, y ha calificado como un "éxito" el cierre del programa de ayuda a la banca española, por el que el Eurogrupo puso a disposición de España una línea financiera de hasta 100.000 millones de euros. "España volverá a sostenerse sobre su propio pie", aseguró la canciller.
La política de consolidación presupuestaria, que primordialmente Berlín ha impulsado en Europa, ha tenido ya sus "primeros éxitos", indicó Merkel, aunque reconoció que también ha supuesto un "fuerte lastre" entre los países en crisis. Merkel también destacó la "vuelta a los mercados" financieros de Irlanda y el superávit primario que previsiblemente va a lograr en este ejercicio Grecia (esto es, superávit si no tuviera que hacer frente a su gran cantidad de deuda).
Las palabras las ha pronunciado Merkel en unas charlas del potente diario muniqués 'Süddeutsche Zeitung', en las que se mostró proclive a "reforzar" el entramado institucional de la Unión Económica y Monetaria y mejorar la integración entre sus miembros. "Creo que no nos debemos parar. Tenemos que hacer la casa del euro más robusta", aseguró la canciller, quien consideró que "al menos la eurozona precisa una mayor integración".
Dentro de este apartado destacó la importancia de la unión bancaria, una iniciativa "ambiciosa" en la que "no se pueden dar ciertos pasos sin cambiar los tratados" de la UE, algo a lo que Alemania está dispuesta.
Mario Draghi
Por su parte, el presidente del BCE Mario Draghi tildó el crecimiento en la Eurozona de "frágil", "desigual" y "con riesgos a la baja", subrayó que la aparición de los primeros datos macroeconómicos positivos no significa que "las reformas han quedado atrás", informa Efe. "Actuar con determinación es ahora más necesario que nunca", señaló Draghi, para exhortar a continuación a la acción a "todos los actores".
La aplicación de reformas estructurales es un elemento "crucial", a juicio del presidente del BCE, quien consideró que "no hay atajos para salir de la crisis a través de la creación de deuda" y que la vía es el incremento de "la capacidad productiva", esto es, "la competitividad", un ámbito en el que Alemania es ejemplo a seguir. Draghi reconoció asimismo que las reformas estructurales han agudizado ciertos desequilibrios en los países en crisis y destacó el "desempleo, especialmente entre los jóvenes".
Con respecto al ritmo de las reformas, insinuó la posibilidad de dotar de más competencias a Bruselas, ya que una "mejor integración" sólo es posible mediante una "disciplina común". El presidente del BCE argumentó que el crecimiento sostenible vendrá de la mano de las reformas, pero también de la estabilidad jurídica y política -asuntos en manos de los gobiernos nacionales- y del saneamiento del sector bancario, un punto en el que la autoridad monetaria juega un papel determinante.
En este último aspecto, Draghi recordó que el supervisor bancario, bajo el paraguas del BCE, hará el año que viene una revisión de los activos de la banca para analizar su situación y recalcó que el principal objetivo de este ejercicio es "la transparencia". "Si este ejercicio es un éxito, será un factor muy importante para el crecimiento", aseguró tras señalar que con la difusión de los balances de las entidades financieras, los inversores "recuperarán la confianza" en este sector.