Las tensiones que sufre desde hace años el sistema público de pensiones han estado tradicionalmente relacionadas con el incesante incremento del número de beneficiarios, la diferencia entre la pensión inicial de quienes se incorporan y la de aquellos que causan baja y con la revalorización anual. Este último factor ha pasado a ser el más inquietante desde que se ha vinculado el aumento anual al Índice de Precios de Consumo, justamente cuando los precios han entrado en una espiral ascendente incontrolada hasta el momento.
Con datos del 1 de septiembre pasado, según el Instituto Nacional de la Seguridad Social hay en España 9.015.737 pensionistas, de los que 4,438 millones son mujeres (el 49,23% del total) y 4,577 millones, hombres, el 50,77%. Estos poco más de nueve millones de pensionistas perciben cerca de 10 millones de pensiones en sus distintas modalidades: incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad y favor de familiares.
Uno de los datos de la última estadística que más ha llamado la atención ha sido, sin ningún género de dudas, el número de bajas definitivas del sistema, que en el acumulado de los ocho primeros meses ha ascendido a 358.439, un 8,60% más que en el mismo periodo del año anterior y que extrapolada al conjunto del año podría alcanzar los 530.000 y superar con creces la cifra del fatídico año 2020, cuando irrumpió la pandemia del coronavirus. Es verdad que, según el Ministerio se han producido 389.981 altas en el sistema, pero 62.837 corresponden a pensiones de incapacidad permanente, que en este periodo han añadido casi 42.400 nuevas a la nómina.
No hay una sola modalidad de pensión en la que el número de bajas definitivas no haya superado a las de igual periodo de 2021. Incluso en el año 2020, se redujeron el número de bajas anuales en incapacidad permanente y favor de familiares, aunque en el balance global del ejercicio, como consecuencia de la altísima mortalidad de la primera ola, las bajas en el número de pensiones aumentaron un 14,32%. En 2019, último ejercicio con el que se pueden realizar comparaciones con una cierta homogeneidad, hubo menos bajas que en el año inmediatamente anterior en todos los tipos de pensiones contributivas, hasta totalizar un descenso medio del 1,53% .
El número de pensionistas y de pensiones a percibir aumenta a razón de 100.000 pensionistas más cada año y unas 120.000 pensiones. Solo en 2020 se rompió esa tendencia por la crisis sanitaria. En 2021 se volvió a recuperar la normalidad y el número de pensionistas aumentó en 91.000 y el de pensiones, en 107.000.
Extrapolada al conjunto del año, el número de bajas podría alcanzar los 530.000 y superar con creces la cifra del fatídico año 2020, cuando irrumpió la pandemia
Nada de eso ha sucedido este año. De acuerdo con los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en los ocho primeros meses del año se han producido 213.753 bajas definitivas en las pensiones de jubilación, un 6,7% más que en el mismo periodo del año anterior, que podrían superar las 320.000 en el conjunto del año, una cifra por encima de la registrada en 2020, y un 19,1% más que la alcanzada en 2019. El número de altas hasta agosto se ha quedado en 205.925.
Algo similar está sucediendo en el caso de las pensiones de viudedad. Las bajas han ascendido entre enero y agosto a 106.880, un 14,2% más que un año antes. Se puede estimar que en todo 2022 se podrían producir algo más de 160.000 bajas en esta modalidad, 8.000 más que en 2020 y casi 28.000 más que el pasado año. Las altas se han situado hasta agosto en 100.542.
Estos descensos coinciden con un aumento de la mortalidad en los meses de verano, que se recoge claramente en las cifras que publica periódicamente el Instituto Nacional de Estadística. Hasta la semana 34 (es decir entre enero y mediados del mes de agosto) el número de defunciones en España ha ascendido a 310.371, un 4,56% más que en el mismo periodo de 2021 y un 11,66% más que entre las mismas fechas de 2019.
Estadística del INE
La línea comparativa del INE de las defunciones en los últimos cinco años muestra como se ha dado un pico de defunciones entre la semana 24 (comienzos del mes de junio) y la semana 31 (comienzos de agosto) de este ejercicio, en las que, en algunos casos, se llegaron a superar los 10.000 muertos semanales, con crecimientos de hasta el 5,1% en la semana 29: 10.931 defunciones, con un aumento del 10,29% sobre la misma fecha de 2019. En la semana 14 de 2020 (finales de marzo) el número de defunciones en esos siete días fue de 20.967. Ocurrió solo quince días después de declararse el estado de alarma por la pandemia.
Por meses, el aumento de las bajas en el conjunto del sistema de pensiones fue en el mes de junio del 12,58% en relación con el año precedente; en julio, del 20,78%, y en agosto del 11,70%. La media para los ocho primeros meses del año está en el 8,60%, frente al descenso del 7,92% de 2021 y del 1,48% en 2019. La subida media en 2020 se situó en el 13,27%.
En el caso de las pensiones de jubilación, los tres meses de verano registraron incrementos medios del 12,77% (junio); 18,11% (julio) y 11,91% (agosto). Para las pensiones de viudedad las cifras son aún más escandalosas: +17,6%, en junio; +33,4%, en julio, y +13,5%, en agosto, por encima de la media del año 2020 (+15,76%).
Es probable que alguna mínima parte porcentual de las bajas tenga su origen en acciones de lucha contra el fraude que se llevan a cabo desde la Administración, aunque no han sido publicitadas, como sí lo fue el caso de aquel exjefe de la Seguridad Social de Zamora que estuvo cobrando durante 16 años la pensión de su abuelo, fallecido en 1993, y consiguió ingresar cerca de 550.000 euros de forma ilícita.
Aliaspopuli
Hay que ser muy inocente para seguir inyectandote refuerzos, después de que pfizer diga en un tribunal, que la vacuna era una necesidad de mercado. N
PijoListo
Pero los periódicos bien subvencionados siguen erre que erre y ninguno se pregunta ( quizás lo tienen prohibido) cuál es la causa de tan anómala situación y claro luego que sí las vacunas, que si los chsintrails, que si el cambio climaticoque si la biblia en verso pero es posible que en 2023 falen hornos y se habilite IFEMA como depósito porque de seguir así esto va a ser de apo.calipsis
Sin_Perdon
¿Recuerdan cuando celebrábamos jubilosos (algunos no) que más del 90% de nuestros mayores se habían inoculado cierta sustancia no suficientemente testeada?. Bien, pues aquí están las consecuencias. A seguir pastando.
mariem
Eso unido a que Sánchez no puede cesarle sin permiso del vecino del sur.
mariem
k.k. La rotunda afirmación de que el votante de VOX no vuelve al PP ni loco, no tiene con que sostenerse. En generales de 2023 VOX obtuvo 599.889 votantes menos que en 2019. (19 escaños menos) ¿que sucedió? Algunos “locos” se pasarían al PP y otros se quedaron en sus casas por pérdida de su anterior entusiasmo. Así que, sentenciar que el votante de VOX no vuelve al PP ni loco sólo es wishful thinking. ¿Que el PP hace cosas “raritas” o inexplicables? Desde luego que sí. VOX también. La lista de cosas raritas o tontadas hechas por el PP seguro que los votantes de VOX tienen una buena lista que sacar a pasear. (Yo también tengo una lista). De las cosas raritas de VOX no dicen ni pío. Por ejemplo, ¿por qué votó Abascal a Sánchez la llegada de fondos europeos sin exigirle rindiera cuenta sobre su manejo? Silencio sepulcral del votante de VOX, pelillos a la mar. Hay más cosas raritas de VOX aunque ésa sea la más significativa y arduo entender. En 2019 voté a VOX y en 2023 ya no les voté. En la próxima ocasión ya decidiré qué votar cuando llegue el momento, sin precipitada antelación ni perruna fidelidad a nadie. (a la pesoe ni jarta vino, eso sí me atrevo a afirmarlo). Saludos
José Alejandro Vara
Sospecho que no iría a la Audiencia. pero por si acaso...
Tony010
De hecho, la cuarta dosis es para continuar aliviando el sistema de pensiones.
Casban
¿Exactamente, cuál es el exceso de mortalidad que se está produciendo ahora mismo? A ver si van a coincidir las cifras