El Govern ha aprobado un proyecto de ley para crear un impuesto a los pisos vacíos en propiedad de las entidades financieras, que se calcula que afectará a unas 15.000 viviendas en 72 municipios de la región.
Este impuesto tiene como objetivo estimular la incorporación al mercado de alquiler de una parte de estas viviendas vacías en Cataluña, que se cifra en 80.000, según Efe. El importe será de entre 850 y 1.650 euros por vivienda y año, con intención de implantarlo el año que viene y del que se espera una recaudación entre 13 y 25 millones de euros, si no se aplican las bonificaciones previstas por el proyecto de ley.
Según el conceller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, el impuesto no tiene “voluntad recaudatoria”, sino que pretende ser un estímulo y que el gravamen afectará a los pisos que lleven al menos dos años vacíos y que están exentos del impuesto a las personas física, las administraciones públicas y las entidades del tercer sector.
Este proyecto, que pasará al Parlamento, contempla bonificaciones en función del número de pisos que se pasen al régimen de alquiler asequible.
En la conferencia de prensa, Santi Vila ha asegurado que el impuesto ya ha tenido efectos positivos positivos, porque la Generalitat ha cerrado convenios con la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria también conocida como banco malo), con CaixaBank y con Bankia para que éstos les cedan viviendas para alquiler social.
Las entidades financieras tienen unas 40.000 viviendas vacías en Cataluña , según cifra la Generalitat, y sobre 15.000 de ellas se centrará el nuevo impuesto del Govern, donde se ha acreditado demanda de pisos, básicamente en el área metropolitana de Barcelona, el Camp de Tarragona y las ciudades de Girona y Lleida.
