La junta de accionistas de Naturgy aprobará a comienzos de marzo el plan de incentivos a largo plazo diseñado por el consejo de administración y que agrupa a 150 empleados de la compañía. Su éxito dependerá del comportamiento bursátil la compañía en los próximos cuatro años, aunque tampoco será necesario que bata récords en el parqué. Una revalorización anualizada en torno al 7% hasta 2022, año en que concluye el plan estratégico, bastará para que los beneficiarios se repartan 200 millones de euros, entre efectivo y acciones. Entre ellos, el presidente, Francisco Reynés, cuyo bonus asciende a 12,5 millones.
Las condiciones del plan hacen que para que sus objetivos se consideren superados, la cotización de Naturgy deberá situarse por encima de 23,15 euros. A este precio, la compañía ha adquirido un paquete de acciones a través de una sociedad creada a tal efecto y que será el vehículo canalizador del plan, que está ligado única y exclusivamente a la creación de valor para el accionista.
El grupo energético ya cotiza actualmente por encima de esta cota. El pasado viernes, cerró la sesión en 24,19 euros. Sin embargo, bajo el parámetro de crear valor para los socios también se encuentran los dividendos previstos en el plan estratégico, de tal manera que la consecución del bonus también está ligada a que se retribuya al accionista en los términos del citado plan. Si la hoja de ruta no sufre variaciones, Naturgy repartirá 5,91 euros por acción de aquí a 2022.
Como quiera que los títulos de la compañía sufrirán el correspondiente ajuste cada vez que se reparta un dividendo, la acción deberá revalorizarse algo más de un 27% hasta el final del plan estratégico para que su precio alcance el objetivo de 23,15 euros.
El nivel crítico de 19,15 euros
El sistema confeccionado por Naturgy para el plan contempla dotar a la sociedad a través del que se gestionará con 200 millones de euros para adquirir las acciones (algo que ya hizo antes del cierre de 2018). De esta cantidad, el 50% procede de fondos de la empresa y el 50% restante se ha obtenido a través de un préstamo financiero.
Al cierre de 2022, el vehículo societario venderá las acciones necesarias para pagar el principal y los intereses del préstamo, así como para devolver a la matriz los fondos que le ha inyectado. Si tras cumplir con estas obligaciones aún quedan acciones en el vehículo, éstas se repartirán entre los 26 beneficiarios que tiene asignado el bonus en títulos (Reynés y 25 altos directivos).
El plan establece que para que queden acciones excedentes, los títulos de Naturgy deben cerrar 2022 por encima de 19,15. En caso contrario, los beneficiarios se quedarán sin bonus. Y si se diera un precio intermedio entre 19,15 y 23,15 euros, la compañía tomaría una decisión en función del remanente de títulos que quedaran.
Margen estrecho
A diferencia de anteriores planes de incentivos de la compañía, los beneficiarios no podrán percibir el bonus en forma de anualidades devengadas. En caso de que se cumplan los objetivos, el pago se realizará de una vez, a lo largo del primer semestre de 2023, en función de la fecha en la que se celebre la junta de accionistas de ese ejercicio, que es la que debe autorizar la ejecución del plan.
En 2018, las acciones de Naturgy subieron casi un 30%. Sin embargo, cuando se aprobó el plan gran parte de esta revalorización ya se había registrado, con lo que el margen de subida para el valor no es tan grande. Cabe tener en cuenta que la compañía cotiza actualmente en sus máximos de los últimos diez años y medios, es decir, ha recuperado las cotas anteriores a la crisis.
El grueso de la revalorización de Naturgy se dio en los primeros meses del año, tras la confirmación de la entrada de CVC como accionista de referencia, que ponía fin a la incertidumbre de la salida del capital de Repsol, y la llegada de Reynés a la presidencia.