La tendencia inflacionista que el recibo de la luz ha experimentado en los dos últimos años ha hecho que los consumidores españoles presten mayor atención a la implementación de medidas de eficiencia energética, con el objeto de que la factura final no sea tan onerosa. El Índice de Eficiencia Energética en el hogar, que elabora anualmente la Fundación Naturgy, correspondiente a 2018 refleja su primera subida desde 2011, lo que apunta a un significativo cambio de tendencia. No obstante, el estudio deja claro que el margen de mejora es amplio, hasta el punto de que el ahorro familiar en materia energética superaría los 4.300 millones de euros al año con la adecuada puesta en marcha de medidas de eficiencia.
El citado indicador mide el equipamiento, control, mantenimiento y cultura de los hogares en materia de eficiencia energética, en una escala de 1 a 10. El resultado para 2018 ha sido de 6,46 puntos para el conjunto del país, un incremento del 1,1% en relación con la anterior referencia. No obstante, el avance ha sido notablemente más fuerte en algunas comunidades autónomas. Destaca el caso de País Vasco, con un incremento del 4,9% y también los de Extremadura (3,8%) y Comunidad Valenciana (3,3%).
El precio de la electricidad en España cerrará cerca de sus máximos de las últimas dos décadas, pese a que 2018 ha sido un año en el que las tecnologías renovables han tenido un destacado protagonismo en la generación gracias a la propicia climatología. Sin embargo, este factor no ha sido suficiente para compensar la subida del precio de las materias primas hasta el último trimestre del año y también el alza de los derechos de emisión de CO2.
Precisamente, la mejora de la eficiencia energética en los hogares contribuye también a la reducción de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Según el estudio de la Fundación Naturgy, el recorte potencial sería de hasta 15 millones de toneladas anuales, volumen equivalente al generado por algo más del 20% del parque automovilístico español.
Avances y retrocesos
En términos generales, la correcta implementación de todas las medidas de eficiencia energética al alcance de los hogares se traduciría en un ahorro del 27% en la factura, de acuerdo con el estudio. Entre esas medidas se encuentran el empleo de electrodomésticos eficientes, la elección de bombillas led o de bajo consumo para la iluminación, un correcto aislamiento en puertas y ventanas y una adecuada elección de la tarifa ofrecida por la comercializadora.
De acuerdo con el estudio, el equipamiento y los aspectos relacionados con la calefacción del hogar son los que presentan un mayor margen de mejora en cuanto a eficiencia energética. Mucho más avanzados están capítulos como iluminación, aire acondicionado o agua caliente, en el que dicho margen se sitúa por debajo del 20%.
El director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà, señaló que los resultados del estudio constatan que “la eficiencia y el ahorro energético están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana”.
El estudio también apunta algunos aspectos en los que la eficiencia energética de los hogares está experimentando retrocesos. Los casos más significativos son los de la utilización de la opción stand by en los dispositivos y el hábito de apagar del todo los equipos antes de salir de casa o de ir a dormir. También hay constancia de un incremento de las viviendas que carece de termostato para regular la temperatura de la calefacción individual.