Economía

Volkswagen deja de depender de Asia y ya fabrica sus propias baterías en Alemania

El grupo ha informado que estos sistemas de baterías son para los nuevos modelos que se basan en la plataforma modular para eléctricos estrenada en el ID.3, el primer eléctrico a gran escala del gigante alemán

  • Volkswagen ha comenzado en la planta de Braunschweig (Alemania) la producción de 500.000 sistemas de baterías anuales.

El Grupo Volkswagen está marcando referencias en el desarrollo, puesta a prueba y producción de la vanguardista tecnología de celdas de batería entre los fabricantes europeos. Solo en Salzgitter (Baja Sajonia), se están creando ya más de 1.000 nuevos empleos para los próximos cinco años: 300 en la línea piloto y centro de desarrollo de Volkswagen y 700 en una joint venture entre Northvolt y Volkswagen. Durante este período se invertirán más de 1.000 millones de euros en las actividades del Grupo en esta materia.

Una firme apuesta de Volkswagen para dejar de depender del hasta ahora indiscutible líder en baterías para coches eléctricos como era el mercado asiático. El gigante alemán acaba de dar el primer paso, con el inicio de la producción en serie en su fábrica en Braunschweig, de los sistemas de baterías para sus nuevos eléctricos.

VW produce ya no solo sus coches eléctricos, sino también sus propias baterías.

Y es que la propia Volkswagen ha informado que estos sistemas de baterías son para los nuevos modelos que se basan en la plataforma modular para eléctricos estrenada en el ID.3, el primer eléctrico a gran escala de Volkswagen que esta semana ha comenzado a producir en serie en la planta de Zwickau.

Pero es en la localidad alemana de Salzgitter donde el grupo VW produce ya sus pilas de baterías; en Braunschweig los sistemas de batería y, en Hannover, un sistema de carga rápido en serie que estará listo a partir de 2020. En Braunschweig, donde ya ha invertido 300 millones de euros, trabajarán unas 300 personas en la producción de 500.000 sistemas de baterías anuales. El desarrollo de los sistemas de baterías, incluido el hardware y el software, también se realizará en Braunschweig.

4.000 millones en inversiones

Tras los problemas surgidos cuatro años atrás a raíz del fraude destapado del falseo de los niveles de emisiones en los procesos de homologación, en EEUU primero y en Europa después, el cambio de imagen de Volkswagen hacia la movilidad sostenible ha supuesto millonarias inversiones. Un lavado de cara necesario que ha desembocado en una clara y firme apuesta por el coche eléctrico primero y por el desarrollo de sus propias baterías ahora.

Así, Volkswagen tiene destinados 870 millones de euros entre 2019 y 2020 para la producción de componentes para eléctricos y hasta 2023 unos 3.800 millones de euros. Braunschweig va a producir sistemas de baterías en tres variantes: una grande (77 kWh netto2), una mediana (58 kWh netto2) y una pequeña (45 kWh netto2).

Y es que en los próximos diez años saldrán al mercado casi 70 nuevos modelos eléctricos del grupo alemán y se producirán 22 millones de vehículos en base a la plataforma modular para eléctricos. Por ello aumenta la necesidad de baterías del grupo Volkswagen, que hasta ahora las importa de Asia principalmente y que podría limitar en el futuro el desarrollo de la movilidad eléctrica ante una eventual falta de suministro o una política de precios que lo hiciera inviable. A partir de ahora, el futuro del coche eléctrico de Volkswagen está en sus propias manos.

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