Días tensos para Atlantia en vísperas de la primera reunión de su consejo tras la toma efectiva del control de Abertis. En apenas diez días, el grupo italiano ha recibido una rebaja de calificación por parte de las tres principales agencias de rating, al calor de la incertidumbre política en Italia y las imprevisibles consecuencias del desplome del puente Morandi, cuyo acceso forma parte de la cartera de concesiones de Atlantia. La compañía se expone a una sanción económica de hasta 150 millones de euros por esta tragedia que costó la vida a 43 personas.
Sería, en cualquier caso, un escenario no excesivamente perjudicial para la empresa que desde la semana pasada es la principal accionista de Abertis. En el caso de que fuera declarada culpable, el Gobierno italiano podría revocar el contrato de concesión de la autovía que acceso al puente, próximo a la ciudad de Génova. E incluso abriría la puerta a que otras concesiones en Italia volaran de la cartera de Atlantia.
Standard & Poor’s, la última de las agencias que revisado a la baja la calificación de Atlantia, apunta que el factor que más está penalizando en la actualidad a la compañía es la incertidumbre ante el desarrollo de un proceso del que apenas se ha dado información. Y también, el hecho de que el actual Gobierno transalpino haya mostrado su malestar con la situación de las concesiones públicas, especialmente las referidas a las carreteras.
La agencia destaca que, en atención al contenido del contrato de concesión, la multa máxima que podría padecer Atlantia ascendería a 150 millones de euros. Una cantidad que, además, no podrá recuperar con una hipotética participación en los trabajos de reconstrucción del puente, toda vez que el grupo controlado por la familia Benetton ha sido vetado para tal fin.
Dividendo en el aire
Con todo, S&P hace también hincapié en algunas buenas noticias para Atlantia, entre las que destaca la facilidad con la que está encontrando financiación en los mercados, especialmente para la adquisición de Abertis y, precisamente, la operación en sí, que resolverá uno de los problemas que, en opinión de la agencia, padece actualmente la concesionaria: una excesiva exposición al mercado local.
Mientras, el mercado está muy pendiente de la próxima reunión del consejo de administración de la compañía, que tendrá lugar el próximo viernes, que cuenta como principal punto del día la aprobación de los resultados correspondientes al tercer trimestre del presente ejercicio.
No obstante, el máximo órgano ejecutivo de Atlantia también podría avanzar alguna novedad sobre si mantiene su política de dividendos o si, como apuntan numerosos rumores desde que ocurriera la tragedia del puente Morandi, se ve obligada a recortar la remuneración al accionista.
En cualquier caso, el consejo no tendrá a buen seguro toda la información sobre qué va a suceder finalmente a la hora de depurar responsabilidades del accidente, con lo que podría posponer su decisión sobre el dividendo.
Frente a la opinión de Moody’s, la primera agencia que decidió rebajar la calificación de la deuda de Atlantia, S&P estima improbable que tenga que volver a revisar en sentido negativo la nota sobre la concesionaria y lo argumenta con la notable posición de liquidez con la que actualmente cuenta la compañía.