El Banco Central Europeo (BCE) quiere reforzar a toda costa las inspecciones en los bancos. El supervisor único se plantea mandar psicólogos a los consejos de administración para vigilar el correcto funcionamiento de los máximos órganos de gobierno de las entidades, según trasladan a Vozpópuli fuentes próximas al banco central.

El propósito del supervisor único no es otro que el de garantizar que los consejeros de las entidades no fingen un papel en la inspección in situ y tratar así de desenmascarar conductas impostadas.

El supervisor único ha destapado deficiencias en el funcionamiento de los órganos de administración de los bancos y en sus capacidades de dirección. Y se ha marcado acelerar en su detección como una de sus grandes prioridades para los próximos años precisamente.

"El modelo de supervisión en Países Bajos suele contar con psicólogos e inspectores en los consejos de administración de los bancos para controlar a las cúpulas

Con este trasfondo, desempolvará una práctica que puso en marcha en los primeros años del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), en noviembre de 2014, y volverá a empotrar inspectores en los consejos.

Se trata de un modelo importado de la supervisión de Países Bajos, en la que también es habitual que los psicólogos acompañen a los inspectores para examinar las conductas en los máximos órganos de gobiernos, según las fuentes consultadas.

Conversaciones con las entidades

El BCE está planteando esta posibilidad en las conversaciones habituales que mantiene con las entidades, indican fuentes financieras. “Los bancos pueden preparar a conciencia a los consejeros porque, como ocurría al principio del MUS, el BCE les avisa de las inspecciones. Con la incorporación de psicólogos se quiere meter presión para que el consejo no sea una obra de teatro”, explica un alto directivo bancario en contacto permanente con el supervisor.

El organismo con sede en Francfort supervisa directamente las 113 entidades de crédito significativas de los países participantes, que representan casi el 82% del total de los activos bancarios en esos países.

"En el seno del Banco de España no gusta el plan del BCE de extender el modelo de Países Bajos con inspectores en los máximos órganos de gobierno de los bancos. Se considera que se puede implicar a los supervisores en malas decisiones de los gestores

En España, controla a los diez principales bancos: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter, Unicaja, Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Cajamar.

De estos bancos, Unicaja ha estado en el foco del BCE en los últimos meses por la batalla de poder tras la fusión con Liberbabank en 2021. Y ha empujado para imponer un modelo de gobernanza con un presidente externo no ejecutivo y un consejero delegado con plenos poderes ejecutivos.

Revisión de actas

Para reforzar el control en su funcionamiento, el BCE revisará las actas de los consejos y publicará las mejores prácticas en gobernanza en el sector, en un intento de señalar de forma positiva a aquellas entidades con los órganos de gobierno más eficientes.  

Pero las inspecciones in situ no gustan a todos. Sin ir más lejos, hay bancos centrales nacionales, como en el caso del Banco de España, que se oponen a rescatar este modelo que se puso en marcha hace ya diez años y que no implica sanciones, como constatan fuentes financieras.

Las reticencias pasan por hacer partícipe de forma involuntaria a los supervisores de una mala praxis en el negocio por parte de los gestores. “Es una manera que puede implicar a los supervisores en las decisiones del consejo. Y si luego van mal o hay problemas, se puede recordar que el BCE estuvo presente en esa reunión”, advierten las fuentes consultadas.

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