El tope al gas que lograron en España y Portugal en mayo en Bruselas se ha convertido en 'la envidia' de los países vecinos tras la escalada de precios de los últimos meses. Este mismo viernes, los ministros de Energía de la Comisión Europea debaten nuevas medidas para afrontar el verano porque todo lo aprobado desde el inicio de la guerra es insuficiente para contener el repunte de la factura energética en los hogares e, incluso, para asegurar el suministro.
Este mecanismo ibérico se posiciona como una de las pocas alternativas que han contenido los precios y algunos analistas han decidido bajar al detalle para conocer su efecto real. Los analistas de EsadeEcPol, el think tank de la institución académica, presenta un estudio donde, entre otras conclusiones, apunta que un hogar medio español que consume 8 kilovatios hora (kWh) al día se habrá ahorrado desde el 15 de junio unos 69 euros acumulados. Es decir, en su factura al mes, su ahorro se habría situado en los 27,6 euros.
"Si asumimos que esta factura con tarifa regulada la tienen 10 millones de hogares en España, el ahorro desde su implementación estaría cerca de los 690 millones de euros. Sin embargo, este ahorro viene con un coste importante. Con esta misma aproximación, estimamos que mientras la medida está activa, el consumo de gas para la generación eléctrica ha aumentado notablemente: el efecto estaría situado en los 139 GWh diarios", afirman los analistas.
El Ministerio para la Transición Ecológica publicaba este jueves, con datos del OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), que la factura media en agosto se habría situado en 148,89 euros sin las medidas aplicadas por el Gobierno frente a los 99,79 euros que se han registrado con sus medidas. Es decir, 49,1 euros de ahorro en el último mes completo del tope al gas.
Factura media SIN medidas del Gobierno
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) September 29, 2022
? 148,89 €
Factura media CON medidas del Gobierno
? 99,79 €
Datos de agosto con precio medio de OMIE. Así se desgrana el ahorro ⬇️ pic.twitter.com/VznHRirklL
El tope es una compensación que se paga a los generadores de electricidad con esta fuente para que rebajen el precio ofertado en el mercado mayorista. El objetivo es que el precio medio de la electricidad en dicho mercado descienda. La estimación que defiende EsadeEcPol apunta que el precio de la electricidad para los consumidores del mercado regulado habría sido entre un 19% y un 30% más alto de no existir el tope, con un estimado puntual del 24,4%.
Repunte del ciclo combinado
Su informe también habla de "efectos no deseados". El tope al gas ha traído un aumento en el uso de centrales de ciclo combinado a costa de un menor uso de la hidroeléctrica (no emisora de CO2) y de las centrales de cogeneración (más eficientes). "Nuestros resultados encajarían con aquellos adelantados por Eicke et al (2022) en su evaluación crítica con la exportación del modelo de tope de gas a otros países de la UE: estos autores hacen notar que la generación a base de gas aumentó hasta un 42% durante las primeras semanas, y subrayan la tensión entre semejantes aumentos y el objetivo de ahorro y descarbonización", afirman.
El efecto en la generación de energía eléctrica a través del uso más intensivo de los ciclos combinados ha restado eficiencia a la medida que introdujo el tope al gas. "Así, y en primer lugar, el exceso de producción a través de la quema del gas se ha trasladado a la factura final como un mayor recargo por compensación a las centrales de ciclo combinado", explican los expertos de EsadeEcPol.
El aumento de esta actividad tiene dos efecto. Por un lado, un "ahorro potencial perdido", según lo defenin, y que se podría sumar a los ya estimados (24,4 % del PVPC contrafactual). Por otro lado, este mayor uso de los ciclos sugiere que el tope al gas podría afectar, al menos parcialmente y siempre a medio y largo plazo, al incentivo original del sistema marginalista a la transición hacia fuentes no contaminantes.
El tope al gas y Francia
Su análisis también revisa otro tema controvertido de esta medida: la evolución del saldo comercial con el mercado eléctrico francés, el más interconectado con el español, desde la entrada en vigor de la medida. "Concluimos que Las exportaciones de electricidad hacia Francia y Portugal han aumentado considerablemente: de mantenerse la tendencia observada a día de hoy, a finales de año las exportaciones duplicarán las realizadas en 2021", explican desde EsadePol.
Desde la entrada en vigor del tope nuestro país se convirtió en exportador neto. En particular, las exportaciones crecieron un 80% entre junio y julio y, en agosto, aumentaron un 34% respecto al mes anterior. En los dos meses y medio de vigencia de la medida que han analizado los analistas, hasta el cierre de agosto, las exportaciones ya han alcanzado el 82% de las realizadas durante los seis primeros meses del año. De seguir esta tendencia, a finales de año las exportaciones duplicarán las realizadas en 2021.
"No podemos descartar que las decisiones de Francia sobre la producción de su mercado eléctrico no hayan sido igualmente estratégicas dada la existencia de un subsidio implícito: las compensaciones a las centrales de ciclo combinado las pagan los consumidores españoles. Por lo tanto, resulta factible que el aumento de las exportaciones a Francia sea debido tanto a un menor precio relativo creado con el tope como a un cambio de estrategia del país vecino para aprovechar esta eventual situación", comentan desde el think tank.
Los expertos que han analizado los primeros dos meses y medio de esta medida consideran que hay "un dilema insalvable" entre tratar de reducir el precio del gas a corto plazo y mantener los incentivos tanto para su ahorro como para la descarbonización. "Así, cuando el objetivo político europeo de independencia energética priorice el primero sobre los segundos, sería importante explicitar el coste que se asume, y para qué", concluye su informe.