Los ingresos por cotizaciones sociales suben más que el gasto en pensiones

Las cotizaciones sociales son el recurso económico más importante para la financiación de la Seguridad Social. Consiste en una aportación económica de los empresarios y de los trabajadores y se define sobre un porcentaje de las retribuciones mensuales de estos últimos. Además, la Seguridad Social tiene otras vías de ingresos, como las aportaciones del Estado en forma de redistribución del esfuerzo tributario de todos los españoles y que se consignan en los Presupuestos Generales del Estado de cada año. También, las cantidades recaudadas en concepto de recargos y sanciones, las rentas de sus recursos patrimoniales y cualesquiera otros ingresos.

El objetivo fundamental de las cotizaciones sociales es proteger las denominadas contingencia comunes, especialmente las prestaciones de jubilación, viudedad, orfandad o favor de familiares, incapacidad laboral transitoria, protección a la familia, prestaciones farmacéuticas, asistencia sanitaria…y también las contingencias profesionales derivadas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

En los seis primeros meses del año, la recaudación en concepto de cotizaciones sociales ha ascendido a 80.860 millones de euros, un 7,56% más que la obtenida en el mismo periodo del año pasado. El porcentaje de crecimiento está ligeramente por encima del registrado en los gastos derivados del pago de pensiones, que ha ascendido a 73.653 millones de euros, un 7,48%.

La reforma del sistema público de pensiones impulsada por el entonces ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, para demostrar a la Comisión Europea la sostenibilidad futura del sistema, se centró en la mejora de los ingresos por cotizaciones sociales sin reducir el gasto.

Sobre esta base, se creó el Mecanismo Intergeneracional de Equidad, una especie de sobrecotización social, que supone un sobrecargo para empresas y trabajadores del 0,7% de la retribución, además de vincular la base máxima de cotización a la revalorización anual de las pensiones, lo que significa un incremento anual similar al del Índice de Precios de Consumo más el 1,2%. Así, este año las bases máximas de cotización han subido un 5%, hasta 56.643 euros anuales, después de que el IPC aumentará en 2023 el 3,8%.

Los mayores ingresos en concepto de cotizaciones sociales corresponden al régimen general, el más extendido en España. Entre enero y junio ha recaudado 62.390 millones, un 7,87% más que en los seis primeros meses de 2023. El siguiente epígrafe es el régimen especial de trabajadores autónomos, que no sigue esta línea de crecimiento. Entre enero y junio ha recaudado por cotizaciones sociales 5.791 millones, apenas un 0,27% más que en el año anterior, aunque su contribución sigue estando muy por debajo del peso específico que tienen los trabajadores por cuenta propia en la economía española y en el mercado laboral.

Le sigue en orden de importancia el de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, con 5.782 millones y un crecimiento porcentual similar al régimen general. El cuarto lugar del podio corresponde a los desempleados y beneficiarios de algún tipo de prestación económica, con 4.688 millones y un aumento interanual del 1,83%.

El Mecanismo Intergeneracional de Equidad, que en este ejercicio cumple su segundo año de funcionamiento, ha ingresado hasta junio 1.787 millones, un 50,5% más que en el mismo periodo de 2023 (1,187 millones). La razón es que esta sobrecotización empezó a funcionar en el año 2023. Ese año supuso un encarecimiento para empresarios y trabajadores del 0,6% de las retribuciones. Este año el sobrecoste es del 0,7%, lo que, en sí mismo, supone un aumento interanual del 16,66%. Para 2024 seguirá la progresión a razón de una décima más cada ejercicio. De momento, la hucha de las pensiones se empieza a llenar parsimoniosamente después de haber permanecido casi vacía durante unos cuantos años.

Por el lado del gasto, el pago de las pensiones de carácter contributivo en la primera mitad del año ha supuesto un desembolso de 73.653 millones, un 7,48% más en comparación interanual. El mayor gasto, como es natural, ha correspondido a las pensiones de jubilación, con 54.254, un 8,17% más que el montante abonado en el mismo periodo de 2023, aunque la subida aprobada por el Gobierno fue del 3,8%, con algunas excepciones.

Las pensiones de viudedad han supuesto 11.621 millones, un 5,97% más que en los seis primeros meses del año pasado; las de incapacidad permanente, 6.720 millones, un 4,95% más; las de orfandad, 896 millones, un 5,27% más, y las de favor de familiares, apenas 190 millones, un 8,77% más.