Son innumerables las sorpresas que se llevó en Bankia el exgobernador que tenía que haber vigilado todo. No sabía de la dimisión de Rato, tampoco de sus reuniones con Luis de Guindos. No tuvo constancia de los correos del inspector Casaus donde hablaba de la inviabilidad de Bankia y mucho menos conocía que las cuentas de la entidad se habían entregado sin el informe del auditor.
Si la palabra "sorpresa" resonó innumerables veces en la sala, no se puede ni contar las veces que se escuchó la muletilla "y tal" en el final de sus intervenciones, que la mayoría se quedaron a medio gas.
Quizás tampoco ayudó la dejadez con la que respondía a las preguntas en la Audiencia Nacional este lunes; o su lenguaje corporal, que dejaba entrever a un hombre que no quería estar ahí. De hecho, él mismo señaló que contaba los minutos para salir de San Fernando. "Me pregunto cuántas horas más quedan", llegó a comentar a la jueza Ángela Murillo.
Solo hice dos cositas respecto a Bankia
Para muchos, el papel que jugó el Banco de España cuando Rodrigo Rato y su equipo tomó la decisión de sacar a Bolsa la entidad fue crucial. De hecho, el propio expresidente de Bankia no dudó en señalar al supervisor como principal precursor de la OPS de la entidad que hoy dirige José Ignacio Goirigolzari. Una decisión que MAFO, como se le conoce en el sector financiero, ha negado por activa y por pasiva. "Lo que hace el BdE es que se cumpla la ley y lo hace en base de requerimientos, pero nunca diciendo a los administradores los que tienen que hacer", aclaró.
Según Ordóñez, él sólo hizo "dos cositas" en su puesto como número uno del mayor supervisor de la banca en España. Su trabajo era era un puesto más de confianza que de ejecutor, tal y como se desprende de sus palabras, porque para cada pregunta de la fiscal Carmen Launa, Ordóñez tenía un nombre al que cargar con la responsabilidad.
MAFO, que tenía el 25% de responsabilidad de la Comisión Ejecutiva del BdE, como señaló varias veces, no manejaba detalles tales como las cifras, de las que respondía el área de supervisión y de las que ni entiende "como se hacen".
¿Quién tiene la culpa?
Para Ordóñez, el problema de Bankia era su equipo gestor, y no. Fue la crisis, y no. Al final del día, para el exgobernador toda la culpa fue de la burbuja inmobiliaria.
Según declaró, Rato no estaba cualificado para el puesto, pero poco a poco fue cogiendo expertís. De hecho, alabó su gestión. "Hizo algunas cosas bien", pero faltaba un cambio en la dirección, dijo.
Aunque después aseguró que no lo hubiera echado. Su plan para Bankia hubiera sido poner a Goirigolzarri al frente como consejero delegado y dejar a Rato en una presidencia casi de honor. "Hubiera sido un mensaje más suave para el mercado", lamentó.
Pero las cosas no se hicieron al "estilo del Banco de España", enfatizó. Luis de Guindos, el por entonces ministro de economía, tomó una postura más radical al presionar a el exvicepresidente del Gobierno de Aznar a abandonar el banco, según dejó a entender.
"En ese momento no podíamos salir en contra de la opinión del Gobierno, tuvimos que acatar la decisión tomada por Economía y ayudar a acelerar todo el trámite del FROB", argumentó MAFO. "Al final, la credibilidad de los ministros es muy baja en general en relación a la de los Bancos Centrales", valoró.
En la primera parte de su interrogatorio, que se asemejó más al de un acusado que al de un testigo, Ordóñez reconoció que la crisis "monstruosa en 'W'" fue la que marcó el devenir de Bankia. Una afirmación contundente, pero que tardó apenas unas horas en matizar. En la tarde del lunes, aún frente a la jueza Ángela Murillo, cansada de las preguntas reiteradas, el exgobernador echó toda la culpa del declive de Bankia a la burbuja inmobiliaria.
No fueron sólo consecuencia de la "segunda recesión", sino que además "se hizo algo mal, pero cuatro o cinco años antes, durante la alegría de la burbuja inmobiliaria", alegó.
Puyas políticas
Ordóñez tuvo más de un dardo para De Guindos, que comparece este martes como testigo en el mismo juicio pero en plasma desde Fráncfort. El exgobernador dejó entrever que el exministro fue el que presionó al FMI para que publicara el informe en el que se dejaba ver las deficiencias de Bankia antes de tiempo. Aunque no lo dijo claramente, y ni si quiera lo insinuó directamente.
"La idea que me dijo un funcionario fue que lo pidió el ministro... no quiero ni creerlo porque el daño es enorme", alegó, para seguidamente lanzarle la pelota y aconsejar a la sale que pregunte a De Guindos directamente. También añadió que esa información ya la había negado el actual vicepresidente del BCE, pero no perdió la oportunidad para comentar la anécdota.
También quitó mérito al Gobierno de Mariano Rajoy frente a la crisis. Aseguró que España no salió del Euro por Mario Draghi y Ángela Merkel y no por ningún otro motivo.
No hay que dejar caer a la banca
Haciendo suyo el Whatever it takes (hacer lo que haga falta, en español) de Mario Draghi, MAFO afirmó que la prioridad era no dejar caer a la gran banca española. "Pocos países europeos pueden decir que los grandes bancos no sufrieron nada". Seguidamente añadió que Bankia también acabó bien.
Para MAFO, la salida a Bolsa de Bankia fue un éxito para el contribuyente, que se ahorró una inyección de capital por parte del FROB ante el real decreto que exigía unos 1.700 millones de euros más a la entidad. Una paradoja que se alegre de la OPS, ya que al final el banco tuvo que ser rescatado, hecho que lamenta, pero que no achaca a la salida a Bolsa. "No se puede decir con toda seguridad que la salida a Bolsa haya sido el motivo por el cual el banco haya tenido que ser rescatado", argumentó.
Tampoco le llegaron los correos de el inspector José Antonio Casaus que remitió a sus superiores en el que comentaba la inviabilidad de Bankia. MAFO alega que "acertó por casualidad", porque los problemas que indicó no fueron los que llevaron al rescate a la entidad.
"Es como si me dicen que usted se va a morir a la salida por una teja, y luego sale y le atropella un coche. ¿Muere? Sí, pero no por ese motivo", ilustró.